Decenas de miles de personas han salido esta tarde a las calles de Barcelona, en un día gris y lluvioso, para recibir a la caravana del Tour de Francia, 44 años después de la última ocasión en que visitó la ciudad condal, y que ha llegado a las puertas de la capital catalana hacia las 17:00 horas.

La organización ha estimado que el paso de los ciclistas por Barcelona podría ser presenciado en directo por unas 450.000 personas, si bien la persistente y fina lluvia que cae en la ciudad desde el mediodía ha podido desanimar a última hora a algunos ciudadanos a salir a la calle. Los barceloneses estaban convocados a generar el efecto de una ola amarilla al paso de los ciclistas, levantando por encima de sus cabezas unas cartulinas de ese color repartidos por unos 500 voluntarios, una iniciativa que se ha desarrollado de forma intermitente y desigual durante el recorrido por la ciudad.

La etapa, la sexta de este Tour de Francia, se ha iniciado en Girona y, tras recorrer 181,5 kilómetros, la cabeza de carrera llegará a la meta, en la montaña de Montjuic, hacia las 17:20 horas. Entre hoy y mañana se calcula que 5.200 personas, entre policías de distintos cuerpos, bomberos y protección civil, velarán por la seguridad en todos los frentes y contribuirán a mantener el orden en los casi 400 kilómetros de carreteras catalanas que se cerrarán por el paso de los ciclistas.

Esta es la tercera vez en la historia que la ronda gala visita Barcelona, tras las de 1957 y 1965.