Grupo b · actualidad

Córdoba, Argentina, Austria...

  • El recuerdo del batacazo de hace 30 años ante los austriacos enrarece a Alemania

Después del shock que supuso la derrota ante Croacia, el seleccionador de Alemania, Jochim Löw, se encontró con una misión que nunca habría esperado tras su fulgurante arranque en la Eurocopa: espantar los fantasmas del pasado. "No vamos a quedar eliminados, sino que vamos a avanzar", prometió Löw, que tras una dura noche lo primero que hizo fue anular la excursión familiar que sus jugadores tenían planeada para ayer a la isla de Di Brisago, junto a Ascona.

En lugar de eso, el seleccionador alemán programó una sesión de terapia tras el desilusionante 2-1 contra los croatas, que obliga a los germanos a jugarse la clasificación a cuartos el lunes en un partido a todo o nada con Austria.

Los coanfitriones necesitan una victoria, pero en todo el país se instaló el recuerdo del Mundial de Argentina 1978, cuando la mejor Austria de la historia derrotó a los alemanes por 3-2 en Córdoba.

Alemania quiere evitar otra decepción como la de hace 30 años, cuando Hans Krankl y compañía dejaron a los alemanes fuera del Mundial. "Sabremos manejar la presión", aseguró un combativo Löw tras el regreso de Klagenfurt al campamento junto al lago Maggiore. Apenas dos años después de heredar el cargo de su antiguo jefe Jürgen Klinsmann, el técnico se encuentra ante una situación hasta ahora desconocida: el posible fracaso de su misión en la Eurocopa.

En cualquier caso, el presidente de la Federación Alemana de Fútbol (DFB), Theo Zwanziger, se apresuró a garantizar el puesto a su empleado más ilustre tres días antes de la final de Viena. "El equipo fue exitoso con Joachim Löw y volverá a serlo con él, independientemente de lo que pase el lunes", dijo.

El técnico, que recibió con tranquilidad la noticia, dedicó ya la jornada de ayer a buscar soluciones para el partido contra Austria. "De uno a dos" cambios son posibles en el once titular del lunes, admitió Löw, aunque no es de extrañar que fuesen aún más.

Junto a Podolski, duda para el decisivo duelo del lunes, también Lahm trabaja para recuperarse de un hematoma en la pantorrilla. El sobreexigido Jansen tiene una distensión en el hombro y no se le espera en el equipo titular. Y Westermann se lesionó en la mano derecha durante la práctica, aunque pudo entrenar con un vendaje.

Pero no sólo los problemas de salud forzarán un cambio en el equipo. El central Metzelder, que todavía busca su mejor forma tras una temporada de lesiones, y el delantero Mario Gómez, desafortunado en los dos primeros partidos, podrían dar paso a otras opciones.

Además, Löw tampoco podrá contar con la variante que imprimía Schweinsteiger desde el banquillo, al estar sancionado con un partido de suspensión por ver una tarjeta roja en los instantes finales del duelo de la frustración ante los croatas. "Estamos meditando meter jugadores que estén en situación de poner otro acento", explicó Löw, cuyo sistema de juego, sin embargo, es innegociable.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios