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La Copa tampoco es bálsamo

  • El Lucena queda eliminado a las primeras de cambio tras encajar una nueva goleada El equipo celeste empezó mejor, pero poco a poco se fue diluyendo y acabó engullido por su rival

Otro sofocón en la Copa. El Lucena quedó eliminado a las primeras de cambio al encajar otra goleada en Butarque ante un Leganés muchísimo más efectivo. Porque el marcador no reflejó lo que se vio en el césped, ya que los celestes fueron mejores en la primera parte, aunque tras encajar el tercer gol se descompusieron, provocando la manita final. Los numerosos cambios introducidos por Falete no sirvieron para cortar la sangría ante un rival que afrontó la cita con su once de gala durante un partido que fue seguido desde el palco por el director deportivo del Atlético de Madrid, José Luis Pérez Caminero.

Necesitaba el Lucena un lavado de cara tras no terminar de conseguir esa primera victoria que le permita arrancar, y además en una competición que no permite ni un paso en falso. Y para más porfía de un equipo que no ha arrancado bien la temporada, la suerte le volvió a ser esquiva en la primera mitad, y hasta en cuatro ocasiones para desesperación de un Falete que, pese a haber sido expulsado el domingo en Albacete, pudo sentarse en el banquillo al tratarse de una competición distinta y cumplirá castigo el domingo en la Ciudad Deportiva ante el Cacereño.

Ismael y Jesús Lanza estrellaron dos balones en la madera de la portería defendida por el cancerbero local Dani Barrio. Dos sustos para una grada que no se creía la fortuna que tuvo su equipo en un espacio de apenas seis minutos, en los que encarriló el choque con dos goles. Ninguno de los dos había puesto más carne en el asador que su rival, pero los madrileños abrasaron con dos chispazos, y eso que salieron bastante fríos.

Sin embargo, el Lucena cometió un error capital cuando en el Leganés juega Carlos Martínez, un veterano extremeño que sigue haciendo las delicias de la afición blanquiazul con el guante de su pierna izquierda. Dos faltas desde 30 metros forzaron los locales y, en la segunda, el balón llegó al segundo palo a Velasco, ex jugador del celeste, que dio un pase atrás hacia la posición del mediapunta Álvaro, que engatilló un balón que tocó en la mano de Santacruz, decretando el colegiado Escudero Marín penalti y mostrando amarilla al central. Carlos Martínez no perdonó desde los once metros al engañar a Manolo en su lanzamiento.

En el segundo, una contra bien ejecutada por el Leganés ante una defensa visitante que achicó mal, propició que Álvaro cediese a Carlos Martínez, que desde las inmediaciones de la frontal batió a Manolo con un potente chut cruzado. Pudo incluso haber hecho el tercero el Leganés, pero la defensa estuvo rápida a dos minutos del descanso. Demasiado fácil para un Leganés y excesivo castigo para un Lucena que no hizo menos que su rival en los primeros 45 minutos.

Los cordobeses sabían que un gol les metía en el partido y estuvieron cerca en el minuto 51 con un chut de Coco que se marchó por encima del larguero. Desde ahí no volvió a comparecer el equipo de Falete, nervioso, impreciso y roto en el centro del campo, bajando los brazos ante el ciclón que le pasó por encima. Y es que en el tercer gol, como en el segundo, lo pepineros volvieron a hacer gala de armar un contragolpe certero a la mínima oportunidad. Velasco, por alto y con potencia, demostró que si un equipo fue mejor en algo fueron los locales en imprimirle un punto más de velocidad. Tras el tercero el partido sólo tuvo un color y la sangría pudo ser mucho mayor. Las ocasiones se repetían en la meta lucentina y llegaban de todas las formas y colores.

Aún albergaría el Lucena una mínima posibilidad al enviar Ezequiel un rechace al fondo de las mallas pepineras. Nada más lejos de la realidad, porque apenas un minuto después la zaga cordobesa volvió a pagar cara su apatía con el segundo tanto de Velasco, cuarto local. El quinto y definitivo llegó prácticamente en el tiempo de descuento, al cabecear completamente solo al fondo de las mallas un saque de esquina. Un duro varapalo para un equipo que tiene que pensar ya en la Liga, que es lo que de verdad tiene que darle de comer. Y, por ahora, de comida va justito...

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