Todos contra el rojo: en el Gran Premio de Turquía del domingo, la jauría de la Fórmula 1 tratará de dar caza a las codiciadas piezas de Ferrari, el finlandés Kimi Raikkonen y el brasileño Felipe Massa. Dominadores ya del campeonato tras las cuatro primeras pruebas, el circuito de Estambul no parece el lugar propicio para que los rivales de la scuderia encuentren motivos de esperanza. En 2006 y en 2007, el triunfo en el Bósforo fue para Massa.

Los principales perseguidores volverán a ser BMW-Sauber y McLaren-Mercedes, que finalmente podrán contar con el finlandés Heikki Kovalainen después de que los médicos de la FIA le dieran ayer el visto bueno al comprobar que no hay secuelas de su accidente en Barcelona.

"Si no se puede ser primero o segundo, hay que intentar ser tercero y cuarto, que desde el punto de vista de los puntos no está lejos", dijo Norbert Haug, director deportivo de Mercedes. Las flechas de plata asumen que Ferrari es muy superior y, de momento, quieren adelantar a BMW.

En Ferrari reina la calma. "Lideramos el campeonato, pero en este momento no es importante", dijo Raikkonen, campeón del mundo y que comanda la clasificación con 29 puntos. "Todavía es pronto para pensar más allá de un triunfo", señaló el finlandés de 28 años, que sabe que el pasado año se llevó el título en la última carrera tras estar siempre por detrás de McLaren. A Raikkonen le persigue Lewis Hamilton, con 20 puntos, y el polaco Robert Kubica (19).

Renault llega con la intención de acercarse a los primeros y confirmar la mejoría experimentada en España, pese a que ninguno de los dos coches acabó la carrera. "Sin duda perdimos una oportunidad de sumar algunos puntos importantes, lo que hubiera sido muy bueno para la moral del equipo", señaló el piloto español Fernando Alonso.

Tras tres carreras lejos de la cabeza, Renault puso en práctica una serie de mejoras que dieron resultados en el Gran Premio de España. Alonso fue segundo en la clasificación del sábado y su motor se rompió cuando era quinto en la carrera. Su compañero, el brasileño Nelsinho Piquet, tampoco acabó la prueba, pero estuvo entre los diez mejores en la sesión cronometrada. "Estuvo claro desde el principio del fin de semana que habíamos hecho progresos. Éste es sólo el primer paso y tendremos un plan agresivo para las próximas carreras con nuevos desarrollos", señaló Alonso. "No será fácil, pero estoy seguro de que ahora tendremos algunas excitantes carreras y como piloto esto es lo que quiero más que nada", agregó el español de cara a la carrera del domingo en Estambul.

"Ferrari es la vara de medir", dice Mario Theissen, el director deportivo de BMW. También Haug, de Mercedes, da el papel de máximo favorito al equipo rojo: "Dejamos atrás tres carreras en las que Ferrari dictó la velocidad".