El Ciudad Real se proclamó campeón de la Copa del Rey de balonmano al derrotar por un gol en el último segundo de Jonas Kallman.

Después de un primer periodo en el que el equipo de Dujshebaev se marchó con comodidad al descanso (19-15) gracias a su efectividad al contragolpe. El decorado fue muy diferente tras el descanso, pues el conjunto ciudadrealeño pareció salir más relajado de lo aconsejable y esto, unido a una mejoría evidente en defensa de los azulgrana, permitió al equipo de Manolo Cadenas endosarle un parcial de 2-7 en los diez primeros minutos, que puso por delante en el marcador al cuadro catalán.

Se abría un nuevo partido, porque a partir de ese momento la igualdad fue máxima entre ambos contendientes y el electrónico fluctuó con ventajas de un máximo de dos goles para uno y otro conjunto.

A dos segundos del final el marcador registraba un empate a 30. Entonces apareció el central Kallman, que en el último segundo, y tras aprovechar la pantalla realizada por sus compañeros, lanzó con cierta comodidad e hizo que la Copa viajase a Ciudad Real.