Balonmano

China pone la alfombra

  • España derrota a la anfitriona con la comodidad que se adivinaba y enfila el camino a cuartos con la incertidumbre de unos 'extraños' cruces · Francia, el próximo rival

España derrotó a China con la comodidad que ya se adivinaba en el partido más cómodo que tenían los españoles en la primera fase y en el que no hubo más historia que la que escribieron los pupilos de Juan Carlos Pastor ante unos anfitriones voluntariosos que invitaron a jugar al balonmano en una cita en la que el entrenador español dio minutos a Lozano, Belaustegui y Víctor Tomás.

Los chinos empezaron defendiendo muy abiertos y eso pareció desconcertar a España que aparentó incomodidad. Así lo demostraba el marcador, 3-4 (minuto 9). Sin embargo, Barrufet, ayer titular, paraba sin dificultad. Y eso ya se barruntaba. Sólo el lateral Kexin Hao era capaz de amenazar desde los nueve metros con lanzamientos incómodos para el portero. Mientras tanto, España acometía por los extremos, sobre todo por el lado de un Víctor Tomás vigoroso y resolutivo.

El técnico vallisoletano volvió a jugar sin portero en inferioridad numérica. Ver a un jugador (Alberto Entrerríos) con la camiseta de portero en un ataque es, cuando menos, vistoso e interesante. Sin duda, una estrategia novedosa. Y la debilidad de China se fue desnudando camino del descanso. Los anfitriones jugaban el balón rápido, pero eran incapaces de ser rotundos en ataque. A veces, ni siquiera llegaban a lanzar sobre el portero y el balón, inocente, golpeaba en el bloqueo de algún defensa español. Las pocas veces que España se puso a tope en defensa, China parecía el rival de los Globetrotters, pero los chinos se colaron por la relajación española a través de su pivote (Lei Cui) e incluso recortaron una diferencia de siete goles (al descanso, 12-16).

España se dejó ir en la segunda parte, en la que el pivote chino (cinco goles en el primer tiempo) hizo menos daño. Los anfitriones pusieron voluntad, siempre la ponen, pero el marcador se fue disparando y no hubo más historia.

Ahora los españoles ya piensan en los cuartos de final. El problema es que tal y como se está poniendo el otro grupo, en el que Corea ganó a Islandia e incluso puede quedar fuera Dinamarca, lo de fabricarse un buen cruce, como quería el técnico, ya no depende sólo de resultados propios. A España le quedan dos partidos, ante Francia, líder del grupo, y ante Brasil en la última jornada.

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