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Ayer y hoy de David Villa

  • El delantero asturiano, que debutó con el Sporting ante el CCF hace once años, será la referencia ofensiva del Barcelona en el partido de la Copa del próximo miércoles

José Carlos León / córdoba

Para muchos, la visita del Sporting de Gijón es sólo el aperitivo para lo que tiene que venir el miércoles, para el partido que llevamos esperando toda una vida. Pero hay vínculos que funden ambos encuentros y que traen viejos recuerdos para el cordobesismo, y uno de ellos tiene nombre propio: David Villa. Todo apunta a que el asturiano será el delantero centro del Barcelona el próximo miércoles en El Arcángel, recuperando sensaciones que le retrotraerán en el tiempo una década.

Porque antes de que el jugador de Tuilla se convirtiera en la estrella mundial que es hoy en día sus inicios estuvieron muy marcados por sus enfrentamientos contra el CCF. Tanto es así que la relación entre Villa y el conjunto blanquiverde se remonta hasta el día de su debut como profesional, en la primera ocasión que se vistió la camiseta del Sporting de Gijón. El Guaje, que por entonces militaba en el filial asturiano, se estrenó con el primer equipo un 17 de junio de 2001, en la última jornada de una temporada con poco brillo para los dos equipos. El cuadro gijonés acabó séptimo tras perder sus opciones de ascenso en el tramo final, mientras que los blanquiverdes lograron una salvación sin apreturas que permitió que las últimas jornadas se plagaran de canteranos en el once inicial. En ese contexto se produjo el debut de Villa, que por entonces tenía 19 años y sólo era un prometedor delantero que se curtía en las praderas de Mareo. Esa tarde, en un partido intrascendente y con ambos equipos plagados de suplentes, Villa saltó al campo en el minuto 60 sustituyendo a Cuartero en un encuentro que acabó con empate (2-2). Soto y Tcheryshev (padre del actual jugador del Real Madrid Castilla) marcaron por el Sporting, mientras que Manolo y Quini hicieron los tantos del Córdoba. Quizás nadie, ni él mismo, podría imaginar que aquella media horita fue el inicio de una de las carreras más laureadas del fútbol español.

Villa dio el salto a la primera plantilla del Sporting y compitió contra el CCF las dos temporadas siguientes en Segunda División. En la 01-02, con 20 años recién cumplidos, empezó a dar avisos de su potencial marcando 18 goles en 40 partidos, y uno de ellos fue ante el Córdoba. Nu jugó en El Arcángel en la victoria gijonesa de la primera vuelta (1-2), pero en la segunda, en un doloroso 3-0 encajado en El Molinón, empezó a dejar su sello. Villa hizo el primer tanto rematando una combinación entre Pablo Álvarez y Míchel para batir a Jauregi, por entonces meta blanquiverde, y ya en el descuento dio un perfecto pase para que Álvarez hiciera el tercero del Sporting. La temporada de revelación del asturiano como goleador no sirvió para que los gijoneses fueran más allá de la sexta plaza, mientras que el CCF cubrió otro curso irregular acabando con 53 puntos en la decimotercera plaza.

En la siguiente campaña, la 02-03, el atacante ya no era una sorpresa, sino que todos los rivales le vigilaban como uno de los grandes depredadores de la categoría. Equipos de Primera le seguían la pista, y sus 20 goles en 39 partidos (segundo en la clasificación del pichichi tras los 22 de Jesús Perera) terminaron de proyectarlo entre los mejores de la categoría. Curiosamente, Villa también se perdió un choque ante el CCF, esta vez en Gijón, pero volvió a hacer una muesca en El Arcángel, cuando en abril de 2003 hizo de penalti el tanto del empate del Sporting (1-1) después de que Serban adelantara a los blanquiverdes en la primera parte. Aquel curso, el Córdoba salvó la categoría en una agónica jornada final ante el Leganés en Butarque, mientras que el Sporting cuajó otra decepcionante campaña en la décima plaza.

Era imposible conservar a Villa. Sin aspiraciones deportivas y con una terrible crisis económica, los asturianos no tuvieron otro remedio que traspasar al delantero al Zaragoza por 2,7 millones de euros, en el primer paso hacia el estrellato del delantero de Tuilla. Con los zaragozanos hizo 31 goles en dos temporadas en Primera División, ganó una Copa y una Supercopa de España, debutó con la selección española y se colocó en el escaparate de los grandes. El Valencia fue el que más se fijó en él y gastó 12 millones de euros para vestir al ariete de blanco durante cinco temporadas. Cinco campañas en las que hizo 107 goles con los ché, consolidado ya como uno de los grandes delkillers de Europa. Cada verano se especuló con su salida de Mestalla, cansado de no poder competir por los grandes títulos (sólo una Copa del Rey en ese lustro) y tanteado continuamente por los grandes del continente. Su estelar actuación en la Eurocopa 2008 provocó una mareante oferta del Real Madrid, pero el Valencia se negó a traspasar a su jugador franquicia. Villa renovó hasta 2014, pero todos sabían que no cumpliría ese contrato.

Encarcelado en la ciudad del Turia, el asturiano siguió haciendo goles hasta que semanas antes de viajar a Sudáfrica selló su traspaso al Barcelona por 40 millones de euros. Con el título de campeón del mundo en el bolsillo, Villa pasó a formar parte de la máquina de ganar títulos de Guardiola, convirtiéndose en el 9 que le faltaba a un equipo perfecto. Por fin había llegado el momento de ganar títulos. En su primera temporada (10-11) hizo 18 tantos con Liga, Supercopa y Champions en el bolsillo, y todo parecía perfecto. Pero el curso pasado, en la semifinal del Campeonato del Mundo de clubes (15 de diciembre de 2011) sufrió una fractura de tibia que le tuvo ocho meses fuera de juego, obligándole a perderse la Eurocopa de Polonia y Ucrania. Una larga recuperación, la lógica puesta a punto, sus aparentes faltas de entendimiento con Messi y la dificultad para ganarse un puesto en el equipo de Tito Vilanova han obligado a Villa a empezar de nuevo. Por eso, mientras muchas de las estrellas descansan, él aprovecha la Copa del Rey para reivindicarse y demostrar que con 31 años recién cumplidos puede volver a ser el de antes de la lesión. Y por eso estará el miércoles en Córdoba, para volver a enfrentarse al equipo ante el que empezó todo hace algo más de once años.

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