Fútbol l Lucena

Arranca el año de la estabilidad

  • El equipo de Antonio Montero arranca la pretemporada con once caras nuevas

El año del cambio arranca esta tarde en Lucena, donde la plantilla de Antonio Montero está citada (18.30, Ciudad Deportiva) para comenzar los entrenamientos, que tendrán su continuidad el próximo día 29 con la concentración en el CAR de Sierra Nevada.

Todo es nuevo en Lucena, donde tras convulso fin de temporada se pretende barrer cualquier vestigio de la etapa de Jon Ander López en la presidencia. Ni la camiseta será la misma, ya que los nuevos rectores decidieron recuperar el antiguo celeste en detrimento del azul. Todo un símbolo de los nuevos tiempos.

La llegada al palco de Francisco Ramírez Aceituno y el desembarco de Rafael Rojas a la dirección general -hasta hace tres semanas ocupó es cargo en el Córdoba- abren una nueva etapa en la que el Lucena tratará de lograr la estabilidad institucional que le permita pelear entre los mejores del grupo IV de Segunda B.

Y eso que saldó su primera experiencia con nota. En su estreno en la categoría, el cuadro aracelitano mantuvo siempre lejos el peligro y llegó a rondar la zona alta, aunque los problemas económicos y la crisis institucional llegaron justo en el momento en el que el equipo debía decidir si debía mirar hacia arriba.

Antonio Montero -vencedor de la batalla que le enfrentó al propio Jon Ander y al director deportivo Ricardo Albis- seguirá al mando de un equipo totalmente remodelado. Once fichajes han llegado a un Lucena al que todavía le faltan piezas para completar su engranaje. Hombres de calidad contrastada en la categoría como Sergio Busto o Troiteiro, la arriesgada apuesta por el mercado francés con Babin y Kevin Berdier -más los jóvenes Cesto y Kitumba, que llegarán a prueba- y la experiencia de los ex blanquiverdes Julio Pineda y Antonio dan poso a un Lucena que tiene buena pinta, aunque no será fácil colocar tantas piezas en el puzzle.

Otro inconveniente que tendrá que superar el cuadro aracelitano será la adecuación a las reducidas dimensiones de la Ciudad Deportiva. Embargado el proyecto de nuevo estadio, los celestes tendrán que adaptarse a las circunstancias. Será sólo un elemento más de cambio en un curso en el que casi todo es nuevo.

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