El Ángel Ximénez tomó un importante balón de oxígeno a costa del Benidorm al que derrotó en un partido duro y equilibrado que se decidió en la segunda parte gracias a la mayor intensidad defensivas de los locales, a la soberbia actuación de Jorge Oliva, que detuvo lanzamientos claves para la suerte del encuentro, y a la mayor efectividad del conjunto pontanés, que supo imponer su ritmo y su control del juego cuando las cosas se le pusieron de cara. Pero no lo tuvieron fácil los de Puente Genil, especialmente en la primera parte, ya que el conjunto alicantino salió a la pista muy enchufado y plenamente consciente de que se jugaba una final para salir de los puestos de descenso.

Con un inspirado David Jiménez en los lanzamientos exteriores y con una defensa abierta repleta de alternativas y variantes, los de Fernando Latorre fueron capaces de anular a un conjunto pontanés excesivamente dependiente de Rudovic y Moya. Con 2-5 en el minuto doce, Quino Soler se vio obligado a pedir tiempo muerto para cambiar la dinámica del partido, y poco a poco, a base de mejorar en tareas defensivas, y gracias a las intervenciones de Oliva, el Ximénez volvió a meterse en el partido. Sin embargo, el Benidorm tomó nota de la reacción local, y decidió volver a pisar el acelerador, con un imponente Chernov en el centro de la defensa, y con un Mijuskovic tocando cada lanzamiento local. Tanto fue así que los de la Costa Blanca cobraron cuatro tantos de ventaja en el tramo final de la primera parte, un 6-10 que encendió todas las alarmas en el Alcalde Miguel Salas. Fue en ese momento cuando los visitantes pecaron de exceso de confianza, y el equipo local sacó su mejor arma de defensa y contraataque para equilibrar la contienda y marcharse al descanso con 10-11, un mal menor para todo lo que había sufrido en los primeros treinta minutos.

Pero tras la reanudación la imagen de los pupilos de Quino Soler fue bien distinta. El equipo comenzó a cimentar su juego desde la defensa, y el Benidorm dejó de anotar con la comodidad con la que lo había hecho en la primera mitad. Primero fue Rudovic el que empató el encuentro 12-12, y posteriormente Nacho Moya dio la primera ventaja a los pontaneses estableciendo en el luminoso un esperanzador 15-14 con todo un mundo por jugar. Latorre seguía sin verlo claro y aunque los suyos seguían estando en el partido, la reaparición de Chispi en casa tras más de un año sin jugar, supuso un factor determinante para la suerte del partido. El sevillano entendió perfectamente la situación del partido, y su concurso marcó la diferencia para comenzar a romper el partido. Con Oliva parándolo casi todo, Cuenca metiendo goles por su extremo y Rudovic machacando la portería de su paisano Mijuskovic, el Ángel Ximénez tomó la delantera con claridad y ya no soltó el mando hasta el final. Ni el tiempo muerto solicitado por Latorre con 22-18, ni los detalles de calidad del internacional júnior Ander Torriko pudieron evitar que los de Puente Genil siguieran abriendo hueco. Los locales llegaron a tener una ventaja de 5, pero el Benidorm reaccionó y recortó la desventaja. En ese momento, apareció de nuevo Jorge Oliva, que con una gran parada a Torriko en seis metros a falta de tres minutos se encargó de certificar el triunfo pontanés que finalmente fue de 25-21.

Con este resultado, el Ángel Ximénez, rompe su mala racha de resultados de las últimas semanas y distancia a un rival directo por la permanencia, toda una inyección de moral para disfrutar de unas vacaciones sin sobresaltos, aunque todavía queda el plato fuerte de la eliminatoria de Copa del Rey ante el Bidasoa Irún con la primera entrega el próximo miércoles.