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Acción, reacción, repercusión

  • El filial remonta para sumar otro triunfo en casa y respirar en la tabla

Alberto Quiles, autor de los dos goles del filial, protege el balón ante la marca de Rodri.

Alberto Quiles, autor de los dos goles del filial, protege el balón ante la marca de Rodri. / josé martínez

Siete puntos de nueve, la sensación de fortaleza en El Arcángel y esa convicción de poder crecer en la adversidad han relanzado al filial cordobesista. Su victoria sobre el Linares, con remontada incluida, le otorga un colchón de tres puntos con la zona de descenso y dos con la plaza de play out a falta de ocho fechas para la conclusión del campeonato. Pero el Córdoba B no lo tuvo fácil para superar a los linarenses, que prosiguen su caída -un punto de los últimos 12 para tener que mirar hacia abajo- tras desperdiciar un partido que pudo dejar sentenciado tras el 0-1 con un par de llegadas clarísimas. Falló y acabó cediendo ante el olfato de Quiles, que culminó la remontada local en un segundo periodo alocado que acabó beneficiando en su epílogo al que tenía ventaja.

Con los cuatro jugadores que el sábado habían estado en la órbita del primer equipo formando parte del once inicial, el Córdoba B salió con la intención de dominar balón y campo. Y bajo la batuta de José Antonio González y aprovechando la movilidad de su frente ofensivo, lo consiguió en parte, si bien apenas inquietó con un centro a pierna cambiada de Javi Galán que se envenenó. Ese hándicap en la finalización también afectó al cuadro linarense en sus cada vez más continuadas salidas, más verticales que las de un equipo cordobesista que al paso por el minuto 15 disfrutó de su primera gran ocasión con un envío de Galán que empaló Sebas Moyano para estrellarlo en el poste de un impasible Lopito.

Con las hostilidades abiertas, Luis Lara y Corpas lo intentaron con sendos disparos desde la frontal que no llegaron a dar trabajo a un Valera excesivamente nervioso en los balones colgados. La respuesta del B llegó a través de la pizarra, si bien el zurdazo a la carrera de Javi Galán no encontró la escuadra. Pero el partido estaba volcado del lado del Linares, más cómodo en sus conexiones ofensivas y controlando en todo momento la situación en la parcela defensiva.

Ese dominio visitante se tradujo pronto en el marcador, tras un fallo de Mena que hizo bueno Chus Hevia con la notable colaboración de Corpas. El mismo dúo demostró su complicidad acto seguido en una acción calcada, si bien la manopla de Valera al derechazo del goleador evitó que la brecha se abriera más. En plena fase de descontrol local, el meta atajó también un intento de Joselu tras una buena jugada por la derecha.

El Linares había perdonado cuando tuvo para romper el encuentro y ese halo de vida lo aprovechó el filial en su siguiente aproximación para igualar con un tanto de rebote de Quiles ante un mal despeje de Lopito. El empate nacido de la nada y cuando menos lo esperaba dio bríos a un filial que tuvo el segundo en un envío largo de Quiles que Moha Traoré remachó para encontrarse con la manopla del meta, que se repuso de su error anterior para mandar el duelo al descanso con todo en el aire.

El arranque del segundo periodo se movió por el camino de la igualdad, aunque la lógica aparición de espacios por la pérdida de los corsés tácticos permitió pisar más las áreas. Lo intentó Luis Lara antes de que el filial se desatara con una contra de Moha por la derecha a la que Javi Galán no supo poner la guinda y, sobre todo, una maravilla de José Antonio González que con la continuidad de Galán y el remate a bocajarro de Quiles rubricó la remontada local.

Tocaba ver cómo reaccionaba ahora el Linares al verse por debajo y si el filial sería capaz de tener la regularidad que le faltó en el primer periodo. De momento, exprimiendo las dudas de Valera en los balones aéreos, el conjunto linarense asustó con un puñado de saques de esquina que ofrecieron un remate de Cuerva que González sacó casi en la línea y otro testarazo de Corpas que se fue fuera por un pelo. Lasarte leyó a la perfección esa circunstancia y metió más centímetros con Casi para pasar a jugar con dos puntas.

Eso dibujó una media hora final de acoso visitante, aunque con escasa claridad. Sólo la inspiración de Martos inquietó a la zaga blanquiverde, aunque su derechazo se marchó fuera por poco después de que Casi no alcanzara a remachar en la línea de gol. Las respuestas del Córdoba B llegaban a la contra, donde la rapidez de Moha Traoré y la calidad de Quiles se bastaban para dañar a los linarenses; ambos conectaron para hacer el tercero, pero el asistente anuló la jugada por fuera de juego del maliense.

El planteamiento estaba ya tan claro que Jorge Romero prescindió para el cuarto de hora final de la pausa de Quiles para meter una marcha más con David Moreno. Pero el partido estaba en la defensa para mantener esa exigua renta. Valera metió una mano al centro de Corpas que evitó el remate de Casi poco antes de que Lasarte se la jugara con una línea de tres atrás. Pero ese riesgo apenas si se tradujo en llegadas, que ya no ocasiones, fundamentalmente por la precipitación de un Linares que se estrelló en la zaga local para quedarse a tiro de piedra del filial y convertirse en un rival más en la cerrada lucha por la permanencia.

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