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"Si ganas, vendrá la confianza, los puntos y ojalá logremos recortar"

  • El central defiende que "hay motivos para creer" en la salvación y asegura que van a agarrarse a ellos

  • El rol de líder no le incomoda: "Toda mi experiencia la voy a poner al servicio del club"

Aythami Artiles Oliva

Aythami Artiles Oliva / reportaje gráfico: jordi vidal

Aythami Artiles Oliva (Arguineguín, 1986) es un tipo tranquilo y al que es fácil de identificar con ese tópico del carácter calmado de los canarios. Una amplia trayectoria en el mundo del fútbol y varias experiencias en situaciones límite le permiten ver la delicada situación del Córdoba con cierto optimismo. En apenas un mes en la ciudad ya se encuentra totalmente asentado y encantado. En el vestuario se nota su rol de peso pesado, papel que ejerció allá donde jugó. Y no es para menos, pues en el experimentado central canario volcaron los nuevos rectores blanquiverdes gran parte de sus esperanzas por reflotar un equipo carente de líderes que asuman los golpes con entereza y que alcen la voz sobre el campo.

-A su llegada reconoció que la situación era difícil, pero ahora incluso se ha complicado.

-Es una situación deportiva muy difícil, ya cuando llegué lo era y ahora lo es más todavía. Pero hay opciones reales, porque además vemos que el equipo mejora. El otro día contra el Granada estuvimos bien defensivamente y creamos ocasiones. Luego podemos hablar de muchísimas cosas en los goles de ellos pero hay motivos para creer y vamos a agarrarnos a ellos.

-Al equipo se le ve demasiado nervioso en los tramos finales de partido cuando va por delante en el marcador.

-Eso es normal, en todos los sitios pasa. Cuando estás en mala dinámica y empiezas ganando lo normal es que el equipo sienta deseos de amarrar el resultado, que no se juegue igual. No es nerviosismo, es ganas de que termine el partido en ese momento. Eso te hace intentar guardar el resultado y te puede llevar a cometer fallos o hacer cosas que no estaban marcadas y que pueda pasar lo que pasó ante el Granada. Pero también hay que tener en cuenta la eficacia que tuvieron ellos. Son cosas que pasan cuando no tienes la confianza y la dinámica positiva.

-¿Se pueden hacer cuentas para la permanencia o prefiere mirar de manera aislada cada semana?

-Hay muchas maneras de verlo, quedan 15 partidos y se puede pensar en bloques de cinco partidos para ir recortando a los de arriba, pero creo que lo principal es mirar el partido de cada semana. Ahora toca centrarse en el Valladolid. Sabemos sus armas, sabemos cómo podemos hacerles daño y eso es lo que toca. Si ganas, vendrá la confianza, los puntos y ojalá logremos recortar. Pero eso es lo que hay que hacer, ganar y pensar sólo en eso.

-Ese convencimiento que usted transmite, ¿lo nota en todos sus compañeros?

-Yo te puedo asegurar que lo creemos todos. En tres partidos que llevo he visto la ilusión que hay antes de los partidos. Y que hayamos perdido de la manera en la que lo hemos hecho es frustrante y la gente se queda muy jodida. Pero vuelves al día siguiente y la ilusión que hay es increíble. Yo no he estado en un vestuario con esta situación y que se vivan las cosas así. Es difícil de explicar pero eso es lo que me hace estar seguro de la decisión que tomé.

-En el Xerez ya le tocó vivir una situación parecida a la del Córdoba. ¿Qué aprendió de aquel año?

-El rol que yo puedo tener ahora aquí lo tenían allí otros compañeros. Pero es verdad que hay muchas similitudes, muchas cuentas para la salvación, aunque al final allí íbamos partido a partido y lo recuerdo como una etapa bonita porque sólo pensábamos en el partido de cada semana. Íbamos a entrenar con muy buen ambiente y la gente confiaba en que lo lograríamos. La afición, el club, todos estábamos con ganas de sacarlo y era fácil. Creo que aquí todo eso es igual, lo único es que los resultados no están llegando.

-¿Qué vestuario ha encontrado?

-Hay un gran vestuario, con compañeros que están comprometidos al cien por cien para conseguir el objetivo. Yo he llegado ahora pero está siendo un año duro para todos porque los resultados no han salido y ha habido varios cambios de entrenador. Lo que me ha sorprendido es que todo el mundo nos ha recibido a los nuevos bastante bien y la predisposición es total para sacar la situación adelante. Eso te hace sentirte cómodo y darte cuenta de que venir era la decisión correcta.

-A esa misma pregunta, Juan Merino contestó que quizás era conveniente un vestuario menos bueno pero más competitivo los domingos. ¿Está de acuerdo?

-No tiene nada que ver el ambiente del vestuario con ser competitivo. En Las Palmas éramos muchos canarios y nos llevábamos muy bien porque nos conocíamos, pero también competíamos. Creo que esa comparación está fuera de lugar. Si hay un buen vestuario las cosas normalmente irán mejor sobre el césped. Pero si en esta situación deportiva hubiera un mal vestuario, sería más complicado sacar las cosas adelante.

-Por veteranía y carácter, parece que le toca ser el líder. ¿Se siente cómodo en ese rol?

-Yo tengo mi forma de ser, aquí, en Las Palmas, Jerez o La Coruña. Yo tengo mi carácter, pero me gusta que la gente en el vestuario esté bien, que esté contenta y se respire buen ambiente. En el campo me gusta hablar, dialogar y mandar un poco. Soy un poco mandón, pero siempre he sido así y lo soy también en mi vida personal. Yo vine a sumar y dar todo para que el equipo mejore y si tengo que hablar con todos para ayudar o dar consejos lo haré. Toda la experiencia que tengo la voy a poner al servicio del club.

-¿Cómo ha sentado la marcha de Jorge Romero y la llegada de Sandoval?

-Jorge había hecho un trabajo increíble, pero al final mandan los resultados y es ley de vida. Cuando las cosas no funcionan el primero en salir es el entrenador. Sandoval tiene muchísima experiencia, ha entrenado en situaciones complicadas y enseguida se ha puesto al mando y es como si llevara toda la vida. Tiene muy claro lo que quiere y eso nos lo hace ver. La experiencia en estas situaciones te ayuda a adaptarte rápidamente.

-Viniendo de Primera no le faltarían ofertas en enero. ¿Qué le hizo decidirse por el Córdoba?

-Antes de mirar nada quería zanjar mi situación en Las Palmas. Hasta que no firmé la rescisión allí no tomé una decisión. Es verdad que tuve muchísimas ofertas, pero me gustó el reto personal que significaba venir aquí, por la situación, también por la insistencia de López Ramos y Luis Oliver, y las ganas que me transmitían de sacarlo. Conocía la ciudad de haber venido varias veces y el campo, incluso influyó el recuerdo de Xerez, por ser otra vez el Sur y por la situación similar del equipo, me transmitía aquellas sensaciones. Pensé que iba a estar muy bien fuera del campo y también que mi experiencia iba a servir. Fue un conjunto de cosas y estoy súper contento, no me arrepiento para nada de haber venido al Córdoba, mañana tomaría la misma decisión.

-¿Qué le parece el Córdoba como institución?

-Lo que yo he vivido en este mes aquí es otro mundo, comparado con lo que me comentaban los chicos, creo que para ellos sobre todo ha cambiado mucho. Yo aquí me he encontrado un club bien organizado, personas que quieren sumar y que son cordobesistas, quieren al club y sienten los colores. Eso se nota. Están todos al servicio de los jugadores. El entorno es increíble, ponen todo de su parte para que esta situación se pueda revertir.

-No me negará que la afición está poniendo de su parte. Va camino de agotar las entradas otra vez a pesar de los dos mazazos anteriores.

-Es increíble. Ya que vinieran tantos contra el Barça B y el Granada lo fue y que vuelvan a venir el domingo es increíble. Ya no se le puede pedir más a la afición, es más, nosotros tenemos que darles. Y estoy seguro de que el domingo por la tarde estaremos todos muy contentos. Ellos están con ganas y eso nosotros lo sabemos y lo palpamos en la calle.

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