Cada semana que pasa, y ante la falta de victorias, la permanencia del Córdoba en la Liga 1|2|3 se convierte más en una quimera. Los argumentos para respaldar un nuevo milagro en blanco y verde siguen difuminándose con cada derrota, el signo más habitual de un equipo que vive asentado en el vagón de cola de la clasificación. El último revés, encajado en el Ramón de Carranza, deja ya al conjunto cordobesista a nueve puntos de una salvación cuya frontera marca ahora mismo un Nàstic que tiene un partido menos y cuenta a su favor con el 1-5 que logró en El Arcángel el pasado mes de octubre. Es decir, que el objetivo está ya a cuatro partidos cuando quedan 20 por delante, 60 puntos de los que el CCF debe lograr al menos la mitad para mantener el aliento. Todo un reto al filo de lo imposible para un equipo que hasta la fecha apenas si ha conseguido 16 de 66 y que, salvo sorpresa en la negociación de compraventa con Jesús León y Luis Oliver que Carlos González canceló el pasado viernes, no se reforzará en este mercado de invierno, en lo que supone un motivo más para rodearse de pesimismo.

A pesar de haber vivido 15 de las 22 jornadas consumidas del campeonato en zona de descenso -seis de ellas como colista-, nunca antes el Córdoba había estado tan lejos del objetivo. La derrota encajada el pasado domingo en Carranza ante un Cádiz que camina con paso firme hacia el ascenso directo -los amarillos son segundos, a un punto del liderato y con cinco de colchón con el tercero-, unida a las victorias de la Cultural Leonesa ante el Lorca y el Zaragoza ante el Tenerife, y el empate entre el Almería y el Nàstic, han dejado ya la permanencia a nueve puntos. Lo peor es que el escenario puede ser todavía peor esta misma semana, antes incluso de jugar con el Albacete, pues el cuadro de Tarragona se pone al día el jueves en Pamplona, donde un resultado positivo ante Osasuna dejaría la salvación a diez. De una u otra forma -hay que tener en cuenta que los catalanes tienen el goal average particular en el bolsillo tras su goleada en El Arcángel (1-5) que supuso la destitución de Luis Carrión- el déficit es de cuatro partidos, una quinta parte de los que quedan para que la temporada 17-18 baje el telón.

El CCF ha sumado 16 puntos de 66, lo que apenas supone un 24% que debe doblar ahoraLos blanquiverdes enlazaron en Cádiz su undécimo viaje sin ganar; el balance es de 1 de 33

Porque tras el desafortunado estreno de la segunda vuelta ante el Cádiz, el Córdoba tiene 20 fechas por delante para tratar de dar la vuelta a una situación dramática. Las cuentas, sencillas de desgranar sobre el papel y complicadísimas de cumplir en el verde a tenor de lo visto hasta el momento, pasan por sumar al menos la mitad de los puntos que todavía hay en juego, que son 60. Eso supone algo más que doblar la producción actual del equipo, que apenas si ha sido capaz de conseguir 16 en los primeros 22 encuentros (66). Hablando en plata, los blanquiverdes tendrán que pasar de lograr 0,73 por partido -lo que equivale a un 24,2 por ciento- a un mínimo de 1,5, siempre que la frontera de la permanencia no alcance los manidos 50 en el presente campeonato, lo que está por ver y, lógicamente, no queda en las manos del cuadro cordobesista.

Lo que sí está en su poder es acabar con la notable sequía a domicilio, una de las claves del mal ejercicio que está firmando el CCF. Porque tras ganar en la primera salida de la competición al Albacete (0-3), todavía en agosto, los blanquiverdes sólo han conseguido sacar un empate en once viajes, en el duelo directo ante el Sevilla Atlético (1-1) del pasado noviembre. El resto de los desplazamientos, hasta una decena, han terminado como el de Cádiz, con una derrota, lo que convierte al conjunto que hoy entrena Jorge Romero en el peor visitante de la Liga 1|2|3 con un balance total de 4 puntos de 36.

Sólo el Lorca, que antecede en la clasificación a los blanquiverdes por su mejor diferencia de goles, tiene un registro tan pobre a domicilio, calcando no sólo la puntuación, sino también los tantos conseguidos (9); la diferencia está en los recibidos, pues la peor defensa de la competición lleva encajados 26 por los 22 del cuadro murciano. Un hándicap que se antoja fundamental enterrar cuanto antes para no dejar todas las balas del milagro en los compromisos en El Arcángel, aunque por el estadio pase la primera oportunidad para mantener el aliento el sábado ante el Albacete.