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La reparación, ya en marcha

  • Olvidado el revés del estreno, el Córdoba ya prepara la cita de Albacete con una exigente sesión de la que apenas participó Jovanovic

  • Pawel da otro paso hacia su vuelta

Sasa Jovanovic, ayer durante su primer entrenamiento con el Córdoba.

Sasa Jovanovic, ayer durante su primer entrenamiento con el Córdoba. / álex gallegos

La desconexión dominical rebajó la frustración por el tropiezo inaugural de un Córdoba que ya está centrado en recuperar el paso el viernes en Albacete. El conjunto blanquiverde comenzó a preparar ayer la visita al Carlos Belmonte (20:00) con una exigente sesión, acentuada por las intensas temperaturas, que permitió ver por primera vez sobre el verde al último fichaje: el serbio Sasa Jovanovic. Fue sólo una ligera toma de contacto que tendrá continuidad en los próximos días, en los que se espera también que Pawel Kieszek siga dando pasos hacia su vuelta al equipo, aún lejana porque el cancerbero polaco se mantiene aún al margen de la dinámica grupal.

El Córdoba retomó los entrenamientos con la obligación de olvidar cuanto antes la derrota ante el Cádiz. Eso sí, antes de pisar el verde Luis Carrión estiró la estancia en el estadio para visionar los detalles de la cita ante los amarillos, como suele ser habitual en la sesión postpartido, lo que retrasó casi media hora el inicio del trabajo en la Ciudad Deportiva. Con escasos aficionados protegidos del intenso calor en un lateral y con el filial trabajando en el campo aledaño, el plantel cordobesista se puso manos a la obra, ya con Sasa Jovanovic como uno más después de que su compatriota Sasa Markovic hiciera de cicerone en la preceptiva presentación al cuerpo técnico.

Pero el internacional serbio apenas si realizó el calentamiento con el grupo, donde ya se le vio tocar el balón. Luego se retiró a la pradera junto al recuperador Javi Poveda, con el que realizó ejercicios de carrera continua antes de ponerse a estirar mucho antes que sus compañeros. Algo lógico al tener en cuenta que Jovanovic arribó a la ciudad a eso de las 4:30 y a primera hora de la mañana se tuvo que someter al pertinente reconocimiento médico, que pasó de manera satisfactoria.

Un plan similar, aunque más exigente en el fondo, llevó a cabo Pawel Kieszek. El meta polaco, que ya la pasada semana se dejó ver también con el grupo, hizo un aparte tras el calentamiento con el preparador de porteros, Sebas Moyano, para realizar ya trabajo específico: estiradas a un lado y otro en las que, eso sí, pareció mostrar cierta precaución en su mano derecha, ya no por el meñique, sino por el pulgar del que fue intervenido hace apenas un mes, a su llegada del periodo vacacional.

El resto del grupo, y como suele ser habitual en la primera toma de contacto semanal, se dividió en dos en la segunda parte del entrenamiento, tras una primera marcada por la alta exigencia dispuesta por el preparador físico, Cristóbal Fuentes, y las ganas de los propios futbolistas. Los titulares ante el Cádiz pusieron punto y final antes que el resto, que pasó a jugar un partidillo en espacio reducido. Desde hoy, ya todos se ejercitarán por igual, pues no hay tiempo que perder. El Albacete espera el viernes en la segunda parada de un campeonato que no ha comenzado precisamente con buen pie.

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