Córdoba CF

Un refuerzo positivo

  • El CCF transmite buenas sensaciones en su primer test de nivel y se impone al Almería con un solitario tanto de Sergi Guardiola

  • Gran estreno de Stefanovic y actuación general muy seria

El Córdoba sigue dando pasos hacia la temporada con notable seguridad tras sumar ante el Almería, en su primer gran test del verano, su cuarta victoria gracias a un solitario gol de Sergi Guardiola. Pero más allá del resultado, que mantiene a los blanquiverdes invictos en esta fase de preparación, el encuentro ante un equipo de la misma categoría sirvió para demostrar que el nuevo proyecto cordobesista está capacitado para competir sin ningún tipo de problema. Ante un conjunto que también contaba por triunfos sus apariciones estivales, los de Luis Carrión fueron fieles a lo que vienen trabajando día tras día desde el fin de las vacaciones y mostraron la misma hambre para defender, en todos sus conceptos, como para atacar, con el único debe de la falta de chispa propia cuando las piernas están tan cargadas de físico.

Tras los primeros tres bolos ante rivales de inferior categoría, Carrión metió una marcha más, dando 60 minutos al once inicial y 30 al resto del grupo, con la salvedad de Esteve y los porteros Alberto González y Llamas que se quedaron a cero, y de Jaime Romero, lesionado al cuarto de hora. En su equipo titular dibujó dos triángulos, uno defensivo y otro ofensivo, con mucha pinta de titular: los centrales Joao Afonso y Josema con la ayuda de Edu Ramos, y un tridente con el propio Jaime a pierna cambiada, Javi Galán y la referencia de Jona. Eso le sirvió para acumular más posesión de inicio, si bien la primera oportunidad clara llegó con un saque de esquina que Pinillos cabeceó solo con tan mala suerte que el balón, que entraba, dio en Galán que estaba en fuera de juego.

Es difícil que con tanta carga salgan las cosas tan bien como se dibujan sobre el papel

Unos tímidos intentos del Almería, lanzado por Fidel y Pozo, parecieron equilibrar un choque que pronto se tiñó completamente del rosa cordobesista. El notable trabajo defensivo de todo el bloque, con líneas adelantadas para reducir el campo a pocos metros, rápida presión tras pérdida, sentido de la anticipación -a veces excesiva al estar en clara desventaja-, buenas basculaciones... permitía mandar con balón a los blanquiverdes. Y ahí las constantes apariciones por dentro de Edu Ramos y Caballero, y la proyección de los laterales tenía casi siempre el partido en el medio campo rival.

Fue entonces cuando se echó en falta la chispa que no suele estar presente cuando las piernas tienen encima tanta carga física como en esta fase de preparación. Eso no evitó que el Almería tuviera que emplearse a fondo, alguna veces rozando el límite de la dureza, para frenar las llegadas de su rival. De hecho, una entrada fuerte de Morcillo, con balón por medio, al cuarto de hora mandó a la caseta a Jaime, aquejado de unas molestias en el ligamento lateral interno de la rodilla izquierda. Sergi Guardiola fue el elegido para tapar el costado derecho y desde esa posición, pese a su condición de zurdo, gozó de dos ocasiones que primero René y luego el propio Morcillo dejaron en nada.

Las sensaciones que transmitió ese primer once del Córdoba fueron notables en todos los aspectos menos la finalización. Pero eso ya fue suficiente para merecer más que un Almería que se afanó en tareas de destrucción y apenas pisó área con las apariciones de Fidel, origen de la oportunidad más clara antes del intermedio: una volea de Rubén Alcaraz desde la frontal a la carrera que Joao Afonso repelió en el área pequeña cuando Stefanovic ya buscaba la pelota.

El segundo periodo arrancó con la única entrada de Caro por Josema, quizás como consecuencia de las molestias en un pie que viene arrastrando, lo que llevó a Joao Afonso a actuar tirado a la siniestra. La inercia siguió intacta y el Córdoba no tardó en llegar de nuevo, esta vez con un envío de Loureiro al que Javi Galán no llegó por un pelo en una jugada iniciada por un lado y finalizada por el otro que amenaza con ser una de las señas de identidad de este nuevo CCF.

Sin embargo, el cansancio acumulado permitió al Almería equilibrar las fuerzas, sobre todo a raíz de un posible penalti de Pinillos a Javi Álamo al que dio continuidad Javi Pérez con un derechazo que dejó en nada Stefanovic con una buena manopla. No fue la última aparición del serbio, sobrio y solvente en su debut, pues a la hora de juego desvió a mano cambiada un tiro envenenado de Álamo. Fue la antesala del cambio múltiple que dotó nuevamente del control del duelo al Córdoba, que volvió a posesiones largas, de lado a lado, y mandar con relativa solvencia a un igual que halló en la velocidad al espacio de Hicham una vía de escape perfecta. El delantero acumuló varias llegadas al área a las que no supo poner la rúbrica del gol, unas veces por su falta de tino y otras por el buen hacer de Stefanovic.

Con todo, el balcánico fue determinante para mantener el cero en el arco con una doble intervención ante Gaspar e Iago Díaz, la primera con una estirada y la segunda con la reacción en el juego de pies. Fue el último susto del Almería, pues el Córdoba supo volver a mandar a tiempo para llevarse el triunfo. Tras un intento lejano de Javi Lara, una muestra real de las transiciones trabajadas en los entrenamientos originó el único gol, con un pase largo de Vallejo al espacio para la carrera de Fernández y un pase preciso del cordobés que Guardiola empujó en la frontal del área pequeña anticipándose a su par llegando desde el costado contrario. Fue la guinda perfecta a un partido que refuerza las sensaciones positivas que el Córdoba viene dejando este verano, y esta vez ante un igual.

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