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Un problema llamado gol

  • El conjunto blanquiverde suma 313 minutos sin marcar en liga y todavía no lo ha hecho en 2017

  • El estéril tanto de Piovaccari en Copa del Rey es la última diana de los de Carrión

Piovaccari se marcha con el balón controlado ante la entrada de Rodri, con Guille Donoso en segundo plano.

Piovaccari se marcha con el balón controlado ante la entrada de Rodri, con Guille Donoso en segundo plano. / josé martínez

Por si fueran pocos los problemas que el Córdoba acumula esta temporada, el gol se ha convertido para el equipo de Luis Carrión en una auténtica asignatura pendiente. Tanto es así que el desplome del equipo en la tabla ha venido provocado, entre otras muchas cosas, por una acuciante falta de puntería en ataque lo que, unido a los terribles problemas defensivos que el equipo evidencia jornada tras jornada, ha conducido al conjunto blanquiverde a la zona baja. De retomar la ilusión con la llegada de Carrión a tropezarse de lleno con la cruda realidad. Y gran parte del problema está en la parcela ofensiva, esa que ahora el club se plantea reforzar de manera urgente antes del cierre del mercado.

Porque el Córdoba suma ya 313 minutos sin anotar en competición liguera y tan solo ha conseguido una diana en lo que va de 2017, aquel tanto -que a la postre resultó infructuoso- con el que Piovaccari ilusionó al cordobesismo en el encuentro de vuelta de los octavos de final de la Copa del Rey ante el Alcorcón. El conjunto madrileño acabaría por dar la vuelta al marcador y dejar sin valor alguno el único gol que la afición blanquiverde ha podido celebrar desde el pasado 17 de diciembre.

Los planes de Emilio Vega han cambiado y el club trabaja en la llegada de un atacante

Aquel día, el conjunto cordobesista superó al Oviedo en el Carlos Tartiere (1-2), con tantos de Javi Galán en la primera parte y de Borja Domínguez en la segunda. Aquel disparo que rozó en Jon Erice y superó a Juan Carlos -en el minuto 47 del encuentro- es el último tanto en liga de un Córdoba que desde entonces acumula más de tres partidos sin romper la sequía.

Y es que los números no están respaldando la apuesta por un fútbol más ofensivo con la que Luis Carrión llegó al banquillo desde el filial. Rodri suma siete goles en estas 22 jornadas (cuatro de ellos desde el punto de penalti) y Piovaccari, el otro delantero del equipo, tan solo ha anotado un tanto en liga, además de los cuatro conseguidos en la Copa del Rey. De hecho, el segundo máximo goleador del equipo es Juli, que acumula tres tantos en competición liguera. Los diez goles que suman la dupla más ofensiva del Córdoba este año contrastan con los 16 que a estas alturas habían anotado el año pasado entre Florin y Fidel, dos baluartes que marcharon en verano y a los que el club no terminó de encontrar sustitutos a su altura.

Tras 22 jornadas disputadas, el Córdoba ha demostrado que la pegada no es una de sus mayores virtudes. El conjunto blanquiverde ha anotado 21 dianas, menos de una por encuentro de media, y la comparación con el curso pasado es cuanto menos sangrante. Porque hace justo un año el cuadro entrenado por José Luis Oltra había anotado 29 goles. A estas alturas, la corrección de este problema en ataque apunta al mercado. Y eso que a principios de enero la dirección deportiva cordobesista no contaba con reforzar la delantera, puesto que se consideraba que dos puntas eran necesarios para un esquema, el propuesto por Carrión, con un solo hombre de referencia.

Sin embargo, la doble derrota lejos de El Arcángel y la caída del equipo hasta la decimosexta plaza, a sólo tres puntos de los puestos de descenso, han hecho variar la opinión de Emilio Vega y su equipo de colaboradores, que apuran los últimos días del mercado invernal en busca de al menos un refuerzo que garantice los goles que ahora parecen haberse esfumado.

Eso sí, el problema no parece exclusivo de la punta de ataque, porque como se pudo ver ante el Tenerife, la producción de ocasiones claras de gol va decayendo jornada a jornada. Tampoco está resultando satisfactoria la aportación desde la segunda línea del equipo, algo que se espera paliar en parte con Javi Lara, un hombre que puede sumar tantos con el peligro constante del balón parado.

Hasta que lleguen refuerzos, Carrión tendrá que tirar con lo que tiene y buscar la forma de parar la sequía que asola a su equipo, porque con los actuales (y al parecer irresolubles) problemas defensivos del equipo, el Córdoba necesita ver puerta para aspirar, al menos, a puntuar.

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