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El pasado alimenta el futuro

  • La mitad de los finales de curso del Córdoba en Segunda desde el 2000 resultarían válidos para conseguir la salvación, y cuatro más podrían bastar con la proyección de puntos actual

Luis Carrión se dirige a sus jugadores durante una sesión de entrenamiento en la Ciudad Deportiva.

Luis Carrión se dirige a sus jugadores durante una sesión de entrenamiento en la Ciudad Deportiva. / josé martínez

Desde que en junio de 1999 en Cartagena consiguiera poner de nuevo luz a su historia, el Córdoba ha completado 14 temporadas en Segunda División -el siglo se completa con dos en Segunda B y otra en Primera- viviendo absolutamente de todo: situaciones límite con final feliz, un descenso tras una segunda vuelta casi de récord, tres play off y un ascenso a la élite, y varios cursos con la tranquilidad que da verse en tierra de nadie. En la actual, el conjunto blanquiverde tenía la ilusión de volver a mirar hacia arriba, pero a falta de 12 jornadas para la conclusión del campeonato se encuentra al borde del precipicio. Con 34 puntos en el casillero, su renta con la zona de descenso es de sólo 2, lo que obliga al equipo que ahora dirige Luis Carrión a realizar un sprint final notable con el que mejorar ostensiblemente los números firmados en la primera vuelta en este mismo tramo de competición, pues esa decena de dígitos obtenida entonces resultaría a todas luces insuficiente para amarrar la permanencia en la categoría de plata. El cuadro cordobesista necesita sumar 16 para alcanzar la cifra mágica de los 50, aunque la proyección actual de los inquilinos del fondo de la tabla dibuja que 48 podrían resultar suficientes para continuar el próximo ejercicio vestido de plata. No parece una marca descabellada ni imposible, pues el CCF ya alcanzó o superó esos registros en la mitad de los finales de curso desde el año 2000, mientras que en apenas tres campañas el tramo final dejó en El Arcángel una cifra inferior a los 14 puntos que de repetirse ahora sería lo más parecido a firmar una triste condena.

La historia del Córdoba está plagada de situaciones en el alambre, de vivencias al filo de la navaja que mantienen el alma en vilo hasta el suspiro final. Pero normalmente siempre han tenido un epílogo más o menos feliz. Con la mirada puesta en lo ocurrido en esta etapa reciente en el profesionalismo de segundo nivel, sólo la temporada 2004-05 trajo un trago amargo de verdad con el retorno a la Segunda B. Luego ha habido otras, sin ir más lejos la pasada, en las que los ambiciosos retos de dar el salto a la élite se quedaron en el camino, si bien nadie se rasgó las vestiduras porque para una entidad como la cordobesista que ha penado tanto en las catacumbas del fútbol, tener la posibilidad de vestirse cada semana con abalorios de plata ya la deja satisfecha. Esa presión bien entendida para dar un paso al frente es la que el equipo tiene que volver a sacar para salvar un año que se ha torcido más de la cuenta. De momento, desde la visita del domingo a un escenario champions como el Sánchez Pizjuán, el reto es mejorar los 10 puntos logrados en esta misma secuencia de partidos en la primera vuelta, pues de otro modo será materialmente imposible pensar en la salvación. Y no sólo eso, sino acercarse a los mejores registros marcados históricamente por el club en sus cursos de plata en el siglo vigente para tratar que el sufrimiento sea el menor y, en la medida de lo posible, no alcance las últimas jornadas para convertirlas en dramáticas, que de eso entiende un poquito el cordobesismo.

Desde aquella primera temporada en Segunda tras tres décadas de penurias, con Pepe Escalante al frente, hasta la pasada bajo la dirección de José Luis Oltra, el mejor registro del Córdoba en las 12 últimas jornadas del ejercicio son los 22 puntos firmados hace tres años con Albert Ferrer y que otorgaron el billete para el play off que luego se traduciría en el ascenso a Primera. Sólo un punto menos (21) logró el equipo que abrió la era de la familia González, con Paco Jémez, para meterse en su primera promoción en junio de 2012, mientras que en 20 dejaron su marca los conjuntos de Luna Eslava en la 08-09 que trajo la salvación en la jornada 40 tras un 4-1 a Las Palmas y Juan Carlos Rodríguez en la 04-05 que terminó con el descenso a Segunda B pese a los 34 dígitos firmados en una segunda vuelta a la que sólo le faltó la guinda de la salvación. Por debajo de la veintena, pero igualmente válidos para hacer buenos los 34 puntos que actualmente tiene el Córdoba están los 18 que el año pasado sirvieron para certificar la pelea por dar el salto a Primera luego rota en Gerona, y los que firmó el cuadro cordobesista en 2001 con Juan Verdugo de guía para lograr una permanencia tranquila. Además, los 16 que sumaron entre Juan Carlos Zambrano y Fernando Castro Santos, con el milagro de Getafe, en el ejercicio 02-03 también serían suficientes ahora porque permitirían alcanzar los 50.

Pero dando por seguro que esta temporada la salvación estará algo más barata -la proyección la sitúa en 48-, en estas 14 temporadas aparece un grupo de otras cuatro que dejarían a los blanquiverdes al límite mismo y con la obligación de mirar a terceros. Y es que ese sprint final de 14 tantos ya lo hizo el Córdoba en la 01-02 con Mariano García Remón para asentarse en la zona media; con Jose González en 2008 para salvarse en Anoeta con la colaboración de aquel penalti fallado por Abraham Paz en el Rico Pérez, y en las dos campañas bajo la batuta de Lucas Alcaraz que otorgaron la permanencia sin más, más sosegada la segunda porque el primer año llegó de forma matemática en la penúltima fecha (4-0 al Real Unión). Y, como no puede ser de otra manera, este repaso también arroja tres registros que hoy parece ser que serían insuficientes: los 13 puntos que entre Miguel Ángel Portugal y Pedro Sánchez, Pedrito, sumaron en la primavera de 2004 que arrojó la flor final de la salvación en Leganés; los 12 de ese primer y calmado curso de plata en el 2000 con Escalante, y los 10 que suponen el peor registro en este siglo que hay que otorgárselo al equipo que comandó Juan Eduardo Esnáider en el tramo final del curso 12-13.

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