cf reus deportiu | córdoba cf

Como las olas del mar

  • El CCF vuelve a tener en su mano salir siete meses y medio después de la zona de descenso si doblega a un rival que ya está casi de vacaciones

Como las olas del mar, que igual vienen que se van, la permanencia vuelve a ponerse a tiro del Córdoba en la penúltima parada del campeonato. Hoy nada será definitivo, pero ganar en Reus, en lo que sería la tercera victoria consecutiva del conjunto blanquiverde en este sprint final de curso, dejaría la salvación a un palmo y, lo que es más importante, con la bala extra de no tener que mirar a ningún otro escenario más que el propio en el epílogo del campeonato. Porque a pesar de que el equipo de José Ramón Sandoval arrancará hoy la jornada, una más, abriendo la zona de descenso, un triunfo lo sacaría de ahí sí o sí, básicamente por el duelo directo que dirimirán el Almería y el Alcorcón. Sería la culminación perfecta a siete meses y medio de duro castigo dentro de un pozo una veces sin luz y otras sin agua, un calvario para profesionales y aficionados que merece tener un final feliz. Pero ese premio habrá que ganárselo en el verde ante un Reus sin presión alguna, casi de vacaciones desde hace un puñado de semanas, que de partida sólo tendrá la motivación de despedirse de su gente dándole una alegría.

Sin embargo, nada puede pesar más a estas alturas de la película que las ganas y la ilusión de toda una ciudad por seguir viendo a los suyos teñidos de plata la próxima temporada. Ese factor es el que debe poner en el tapete el Córdoba desde el primer minuto, momento en el que tiene que empezar a quedar patente que nadie se juega más que los blanquiverdes en una batalla a buen seguro larga en el que el aspecto mental volverá a tener su cuota de responsabilidad. En esa manera de manejar la presión y torear el nerviosismo ha insistido Sandoval en las últimas horas, en ese retiro en tierras catalanas sobresaltado ayer por el viaje exprés de Sergi Guardiola para el alumbramiento de su primera hija que, Dios mediante, ojalá pueda venir con un pan bajo el brazo. De momento, si no hay contratiempo, el pichichi cordobesista parece que podría regresar hoy para jugar, aunque por lo que pudiera ocurrir el técnico ya trabaja en un plan B que señala a Eneko Jauregi o Narváez -el colombiano ya lo hizo sin fortuna en León- como referencia ofensiva del equipo.

Pero más allá de sistemas y alineaciones, con las posibles modificaciones para buscar la sorpresa que el Córdoba pueda presentar esta tarde en el Municipal de Reus, lo fundamental es la actitud con la que los visitantes salten al terreno de juego. Y ahí no hay motivos para dudar de este grupo que ha conseguido convertir lo milagroso en probable, de transformar lo que hace unos meses parecía una quimera para que hoy se vea como una posibilidad de hermosa realidad. Después de 14 finales ya libradas, después de vivir en el fango desde mediados de octubre, después de dejar escapar un tren en León hace apenas un mes, ahora nada puede salir mal, ahora es el momento de dar el paso definitivo.

Sin olvidar el plano futbolístico, el plan del Córdoba en Reus tiene que ser morder desde el inicio, apretar al contrario, ganar los balones divididos y defender a muerte, como si fuera la vida en cada acción, la portería propia. Porque dejar la puerta a cero es sinónimo de alegría, pues nueve veces que ocurrió, nueve victorias que subieron al casillero cordobesista, como la última, vital, con el Almería hace siete días. Es la primera consigna, básica, porque luego en ataque ya habrá lugar para que aparezca la magia de Reyes, la velocidad de Jovanovic, el desparpajo de Aguado, la sorpresa de Galán o el olfato de Guardiola... El CCF tiene argumentos de sobra para pensar que hoy puede ser un gran día. Ojalá.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios