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Por fin luce el plan original

  • Tras encajar sólo un tanto en los últimos cinco partidos en casa y repartir el protagonismo ofensivo, el Córdoba ha relanzado su marcha en la clasificación para despejar el terreno camino de la permanencia

Deivid persigue un balón junto a Quique, delantero del Almería.

Deivid persigue un balón junto a Quique, delantero del Almería. / josé martínez

Con una efímera semana en septiembre como vago recuerdo, han tenido que pasar ocho meses de competición para que el plan original trazado por el Córdoba para conducir hacia el éxito el curso futbolístico 16-17 empiece a lucir con fuerza. Claro está que el objetivo final marcado ahora ha cambiado, si bien alcanzarlo es igual o más importante aún si cabe para garantizar el futuro de la entidad. La seguridad en El Arcángel, la mejoría en la parcela defensiva, el reparto de protagonismo en las labores ofensivas y la pelota parada como arma real y no un simple recurso del juego son las claves a las que se ha agarrado el conjunto blanquiverde para relanzar su marcha en la clasificación y despejar el terreno que conduce a la permanencia.

La reconstrucción veraniega del proyecto cordobesista tras la eliminación del último play off se basó principalmente en una notable pérdida de pegada, lo que llevó al entonces técnico, José Luis Oltra, a apostar con firmeza por que el equipo creciera desde la defensa. Visto los resultados, el valenciano fracasó en un reto que empezó bien con la victoria por la mínima sobre el Tenerife que tenía que ser el vivo ejemplo de lo que fuera el resto del ejercicio liguero: contundencia en el área propia, efectividad en la contraria y aprovechamiento máximo de la estrategia, pues el único gol de Alfaro nació de un córner.

El modelo sólo tuvo continuidad luego en la semana fantástica que llevó al CCF a hacer un pleno al 9 al vencer de manera consecutiva y con puerta a cero al Levante y el Nàstic en casa, y al Alcorcón a domicilio. Era todavía septiembre, aunque ya nunca hubo señales de aquellas cualidades. Y eso provocó el adiós temprano de las posiciones de cabeza y el hundimiento progresivo en la tabla que tiene ahora a los blanquiverdes metidos de lleno en la pelea por mantener su plaza en la categoría, con un leve colchón de 4 puntos a falta de apenas ocho jornadas para la conclusión del campeonato. Aunque la primera consecuencia, como suele pasar en tiempos de crisis, fue la destitución de Oltra y la llegada al banquillo de Luis Carrión, el encargado desde entonces de conducir la nave a buen puerto.

El técnico catalán empezó con la cantinela del juego bonito que ya condenó a su predecesor, pero al final ha terminado entendiendo que el camino más corto hacia el éxito - y quizás el único cuando el peligro acecha de verdad- es la solidez. Así, poco a poco y al menos en casa, ha ido dotando al Córdoba de la seguridad necesaria para huir de los puestos de descenso, un condicionante que se echa de menos en los desplazamientos para acercar de manera definitiva la salvación.

Pero de momento y tras más de cinco meses y ocho jornadas sin ganar de local, el equipo está inmerso ahora en su mejor serie de la temporada en El Arcángel, con un balance de 13 puntos sobre 15 que no se veía desde el primer cuarto liguero del pasado ejercicio. Cierto es que entonces la racha se extendió a siete partidos -seis victorias y un empate a la quinta para igualar la puntuación actual- y resultó fundamental para asentar a los blanquiverdes entre los mejores de la división de plata.

¿Qué ha cambiado desde finales de febrero a esta parte para mejorar los números como local? Lo principal es que el Córdoba ha logrado cerrar la sangría defensiva, si bien los problemas latentes a domicilio lo mantienen como el quinto equipo más vulnerable con 43 goles encajados. Pero de esos sólo uno ha recibido en sus últimas cinco comparecencias en El Arcángel, obra de Ángel para el Zaragoza; en los otros cuatro partidos, el Alcorcón, el Numancia, el Elche y el Almería dejaron su marcador a cero.

Agarrado a esa solvencia en el área propia, el cuadro de Carrión ha hallado nuevos protagonistas en la contraria para aligerar de carga a Rodri. Markovic, por dos veces, Alfaro y Rodas han firmado cuatro de los cinco tantos del CCF en este tiempo -el quinto lo logró el pichichi- aprovechando en un par de ocasiones el aumento de la peligrosidad en el recurso de la pelota parada: la ejecución de faltas y saques de esquina por un especialista como Javi Lara, y los saques de banda en largo de Bíttolo. Son las señas de identidad del nuevo Córdoba, que a poco que mejore en las salidas ya ha encarrilado en casa su camino hacia la permanencia gracias al plan original que ha tardado en lucir de verdad.

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