"Ahora son partidos en los que todos se juegan mucho, cuesta enlazar jugadas por la tensión y los balones parados cada semana van a ser más importantes". Quien dice esta frase es Javi Lara, centrocampista del Córdoba cuya virtud en las acciones de estrategia ha otorgado ya un puñado de puntos al equipo desde su llegada en el mercado de invierno. Esa última puerta para fichajes -el club blanquiverde tuvo luego una más por la lesión de larga duración de Domingo Cisma que desechó- trajo hasta El Arcángel también a Tano Bíttolo, que pese a ser el último en debutar también se ha erigido en pieza básica en la pelota parada ofensiva de un cuadro cordobesista que ha encontrado ahí el mejor aliado a sus problemas para hacer gol. De hecho, sus tres últimos tantos, que se han traducido en 5 puntos en la tabla, han tenido ese origen, que curiosamente comparten también tres de los cuatro recibidos en el último mes. Y es que si importante es la estrategia ofensiva, tanto o más es cerrar la defensiva ahora que el torneo se acerca a su final y cualquier detalle, por nimio que parezca, es clave.

Con uno de los peores ataques -en cuanto a números- de la categoría, el Córdoba ha encontrado en la ABP (Acción a Balón Parado) un arma determinante. La incorporación en enero de Javi Lara dotó por fin al equipo blanquiverde de un lanzador de contrastada categoría, lo que permitió exprimir las jugadas de pizarra en saques de esquina o faltas (laterales o frontales). Y por si fuera poco se encontró con la llegada del argentino Bíttolo una catapulta para los saques de banda, especialmente desde el perfil izquierdo. El trabajo y la insistencia han dado sus frutos y se han visto traducidos en éxitos en la segunda vuelta, pero con especial hincapié en el último mes.

Tres de los últimos cuatro tantos recibidos también han llegado con acciones de pizarra

El CCF ha sumado tres goles en los cuatro encuentros más recientes -sólo se quedó a cero en Getafe-, y todos han tenido como origen la estrategia, en sus diferentes versiones. Ante el Mirandés, una falta lateral de Javi Lara entre la línea defensiva y el meta permitió el remate a quemarropa y casi sin querer de José Antonio Caro tras la pifia previa de Moha Traoré. Dos semanas más tarde, y de nuevo en El Arcángel, un saque de esquina desde el mismo perfil diestro del montoreño encontró la mejor continuidad posible en un cabezazo de Rodri que se coló por el segundo palo del portal del Reus. Y el pasado sábado, en Carranza, fue un saque de banda larguo de Bíttolo el que llevó la pelota más allá del punto de penalti para que Alejandro Alfaro conectara una volea imparable para el cadista Cifuentes. Tres goles, tres partidos sin perder y 5 puntos valiosísimos en la búsqueda de la salvación.

¿Y por qué no ha sido mayor el botín? Pues principalmente porque ese camino hacia el gol que ha hallado el Córdoba también lo han sabido explotar sus rivales. Tres de los cuatro tantos recibidos en esta fase del torneo han nacido desde la pelota parada, aunque es cierto que dos de ellos han sido con una suerte que se le sigue resistiendo este curso a los blanquiverdes: el golpeo directo.

Fue así como adelantó al Cádiz Aketxe el pasado fin de semana y como Faurlín abrió la cuenta del Getafe en la salida anterior; dos zurdazos cerca del ángulo para dejar con el molde a Pawel, que tampoco pudo hacer nada en la ciudad madrileña para atajar un zurdazo de Chuli también a la escuadra, aunque en esta ocasión en acción combinativa. Golazos ante los que queda poco menos que aplaudir y que hicieron si cabe menos daño que el anotado por el Mirandés en El Arcángel que cierra la cuenta. Ese sí fue un grave desajuste defensivo, en la figura de Deivid, que permitió el testarazo de Urko Vera tras una falta frontal botada por Fofo que hizo volar un par de puntos del estadio ribereño.

Y es que donde las dan las toman, así que hay que intentar por todos los medios que en las tres jornadas que restan la balanza en este aspecto se desequilibre en clave blanquiverde. Porque detalles como el ABP son básicos para decidir partidos y asegurar puntos que se pagan a precio de oro con todo lo que hay en juego.