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Sí, un duelo por Europa

  • El Betis se mide al Levante, el rival que lo sigue en la clasificación

  • Los de Mel, que cuenta con lo justo, necesitan mejorar en casa para seguir soñando

Si algún analista hubiera afirmado durante el verano que Betis y Levante llegarían a la última jornada de la primera vuelta en la pugna por la Liga de Campeones, probablemente más de uno pensara que el Día de los Santos Inocentes se había adelantado en el calendario. Pero sí, 18 jornadas después del comienzo liguero, los de Mel aparecen en la clasificación como quintos clasificados justo por delante de los granotas y el vencedor acabará la primera vuelta en puesto que da derecho a jugar la máxima competición continental, al menos hasta que la UEFA afirme lo contrario sobre el Málaga.

Con 31 puntos y en cuartos de final de la Copa del Rey, el horizonte para el Betis se presentaría casi idílico, pero la semana no ha sido sencilla en Heliópolis. Los problemas con los campos de entrenamiento -que ha provocado que esta semana el equipo haya trabajado en tres escenarios diferentes- y, sobre todo, las numerosas ausencias han mermado el trabajo el entrenador verdiblanco, que prácticamente cuenta con lo justo para afrontar un tramo decisivo del calendario.

Mel incluyó los cinco centrales de la plantilla y a dos jugadores que habitualmente participan en el filial, como Nono y Eder Vilarchao, para completar la lista de convocados, ante las bajas de Álex Martínez, Juan Carlos, Igiebor, Beñat o las de última hora como Cañas o Ángel. Con este panorama, Mel prácticamente ni tomará decisiones para colocar el once, donde la defensa sí se mantendrá como en las últimas jornadas, mientras que Rubén Pérez, Vadillo y Jorge Molina participarán desde el inicio.

No sólo contará Mel con el problema de los efectivos, sino que también el Betis se ha mostrado demasiado vulnerable como local, pese a que los arbitrajes también han influido sobremanera en algunas de las derrotas. Al cuadro verdiblanco le cuesta más en esta temporada asumir el protagonismo del juego, por lo que se siente más cómodo como visitante y aprovechando los espacios que conceden los rivales. Esta circunstancia provoca que una de las premisas de Mel durante estos días haya sido mentalizar a sus jugadores para salir al césped con un alto ritmo de juego, con la intención de lograr ese gol que rompa la previsible telaraña defensiva de los de Juan Ignacio Martínez.

La otra consigna del técnico bético pasa por evitar las pérdidas en las zonas de peligro, ante un equipo especialista en aprovechar los regalos de los contrarios y que viene confirmando en esta temporada que los éxitos del pasado no respondieron a casualidades sino a un trabajo bien realizado desde el banquillo hasta la dirección deportiva. Caicedo, Kone y ahora Martins reflejan la apuesta de los técnicos granotas por delanteros potentes y acostumbrados a pelearse en solitario contra los defensas y que marcan la diferencia para solventar los encuentros con escasas ocasiones de gol.

El cuadro verdiblanco bien que sufrió en el pasado campeonato las virtudes del Levante, que se impuso con solvencia tanto en Heliópolis como en el Ciudad de Valencia, en sendos ejercicios de impotencia del Betis ante un rival replegado y con velocidad al contragolpe. A esta consideración del equipo granota como bestia negra de los de Mel se añade su espectacular estadística en los partidos disputados al mediodía, cuando ha ganado los cinco que ha jugado en esta temporada e incluso no ha recibido goles en contra.

Otro foco de atención inesperado lo acaparará Muñiz Fernández. Y es que si el Betis se sintió perjudicado en su última comparecencia liguera como local, con el nefasto arbitraje de Undiano Mallenco, el colegiado asturiano que este mediodía dirigirá el encuentro no evoca buenos recuerdos en el Levante, después de que los jugadores granotas se quejaran de su actuación en el duelo ante el Madrid, lo que incluso acabó provocando un cruce de declaraciones en los días posteriores.

A las doce del mediodía, el Benito Villamarín acogerá un duelo cargado de alicientes -con homenaje al ex bético Edu incluido-, en el que Betis y Levante se jugarán una plaza en la zona de Liga de Campeones. Sí, Europa en juego entre dos equipos que presentan credenciales similares en la Liga, confeccionados para no pasar apuros, pero que conjugan el verbo ganar con la asiduidad de los más grandes.

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