córdoba cf | ud almería

El destino está en sus manos

  • Tras imponerse en Vallecas, el Córdoba debe dar continuidad triunfal a su camino para acercarse a la permanencia y depender de sí mismo

  • El Almería se escapará si gana hoy

Tras una apasionante serie de altibajos en su espectacular remontada hacia la salvación, el Córdoba afronta más vivo que nunca la antepenúltima jornada del campeonato, a la que llega dependiendo de sí mismo para conseguir al final de la temporada una permanencia que hasta hace muy poco parecía utópica. Desde que Sandoval agarrara el mando del conjunto blanquiverde, el duelo ante el Almería estaba marcado en rojo como una de las citas clave en esa remontada, a la que sin duda había que llegar con algo de vida para intentar engancharse a la pelea de manera definitiva.

Pero el Córdoba atajó en el camino, acortó plazos y, a pesar de encadenar dos derrotas consecutivas, logró con su victoria en Vallecas recibir al cuadro almeriense en una privilegiada posición para ser el dueño de su destino en este tramo final. De hecho, la victoria ante el cuadro rojiblanco sacaría a los blanquiverdes del descenso, de manera al menos provisional, que podría ser definitiva si el Alcorcón cae en su feudo ante el Rayo.

En las múltiples cábalas que se han hecho desde que la reacción del Córdoba cobró forma, entra siempre como elemento esencial la victoria en casa ante un rival directo como el Almería. Y más trascendental es si se tiene en cuenta que los rojiblancos pueden sellar su permanencia de forma matemática ganando hoy en El Arcángel, lo que además le dejaría el camino abierto al Alcorcón para arañar los tres puntos del Estadio de los Juegos del Mediterráneo la próxima semana. Por eso la victoria de hoy es tan importante para el conjunto cordobesista, que retendría al Almería en la pelea, además de complicar la vida a un Alcorcón que hoy tratará de evitar que el Rayo Vallecano celebre el ascenso a Primera. Cada resultado, propio y ajeno, cuenta en esta huida de la quema que el Córdoba viene protagonizando, pero es evidente que para que la ecuación se resuelva de manera satisfactoria hace falta introducir siempre la variante del triunfo propio. De esa forma, los resultados de los demás siempre pueden ser interpretados en clave positiva.

Al choque más importante en décadas -cada semana que pasa la importancia de los partidos que afrontan los blanquiverdes crece como la espuma- llega el Córdoba en una magnífica disposición. Los de Sandoval recuperaron la confianza dando un zarpazo donde menos se les esperaba, en la casa de un líder, el Rayo Vallecano, que tuvo que aplazar su fiesta por el ascenso al menos una semana. De Vallecas el cuadro cordobesista salió con el convencimiento de que puede afrontar cualquier escenario que se le ponga por delante en este tramo final y ante el Almería contará además con el factor campo, en una tarde que se espera que sea diferente en El Arcángel.

Porque el partido reúne todos los condicionantes para que el coliseo ribereño sea una caldera como en sus noches más grandes. El ambiente festivo por la Feria, que siempre recuerda a los momentos cruciales de la temporada, la rotunda respuesta de la afición, que agotó las entradas en apenas unas horas, y ese ambiente de comunión con el equipo que desde el club han pedido a la hinchada, deben ser el mayor aliado de un Córdoba que ya ha demostrado este curso que sabe utilizar ese factor ambiental a su favor. Si la grada es capaz de enchufarse desde el primer minuto y llevar a su equipo en volandas, la victoria para los de Sandoval estará más cerca ante un Almería que ha tomado algo de aire y que, aunque puede dejar sellada su salvación si gana, no llega con la imperiosa necesidad de victoria que sí tienen los locales.

Y es que los indálicos han acumulado tres resultados positivos desde que Fran Fernández tomó el relevo de Lucas Alcaraz y con 46 puntos se podrían permitir incluso el lujo de caer en El Arcángel si la próxima semana se imponen en su estadio al Alcorcón. Esa sería la cábala soñada para un Córdoba que eso sí, antes de mirar resultados ajenos, debe asegurar los propios y así seguir siendo el dueño de su destino.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios