El descenso a Segunda División e incluso a Segunda B es mucho menos traumático desde el punto de vista económico desde el año pasado. Y es que desde la temporada 2016-17 LaLiga, fruto de la entrada en vigor del Real Decreto para la venta centralizada de derechos de televisión y de la boyante situación en cuanto al reciente contrato audiovisual que tienen los clubes firmados hasta final de la próxima temporada, otorga unas sustanciosas ayudas económicas a los equipos que pierden la categoría, que además ya no tienen que ser devueltas en los siguientes años, como sí pasaba anteriormente, con el ejemplo más cercano del Córdoba tras su efímero paso por la Primera División en el curso 2014-15.

De esta forma, y según publicó ayer el diario Sport, LaLiga destinará el 3,5% de los ingresos de televisión a las ayudas al descenso. Teniendo en cuenta que esos ingresos se están moviendo en torno a los 1.300 millones de euros por temporadas, serán unos 46 millones de euros los que se repartan en ese concepto. De ellos, algo más de 40 irán destinados a los equipos que bajan de Primera División -un 90% del total de esa partia-, mientras que los equipos que bajen de Segunda a Segunda División B contarán con casi seis millones de euros para repartir entre cuatro, con un mínimo de 1.250.000 euros que varía en función de ciertos parámetros, como el presupuesto de los años anteriores, el número de temporadas en la categoría que se pierde, o las cantidades percibidas en otros cursos por ese mismo concepto.

Por lo tanto, en caso de perder la categoría, el Córdoba contaría con esa ayuda económica extra que ya LaLiga no obliga a devolver. En caso de conseguir la machada y mantenerse en Segunda, la entidad blanquiverde -como el resto de equipos- tendría que luchar contra tres clubes (Deportivo, Las Palmas y Málaga) que se repartirán unos 40 millones de euros y que partirán con una gran ventaja presupuestaria.