quim araujo. futbolista

"Cuando confían en ti es más fácil que las cosas salgan bien"

  • El centrocampista asegura estar en su mejor momento del curso y confía en rematar el buen trabajo del equipo con la salvación

  • Ante el Reus, avisa, "el partido no está ganado"

Joaquim Araujo Delgado (Barcelona, 1988) es uno de esos futbolistas que para llegar a la élite ha tenido que recorrer un largo y tortuoso camino. De explosión tardía, Quim Araujo se labró un nombre durante años en el fútbol modesto, en categorías como la Primera Catalana o la Tercera, y fue lentamente progresando hasta que por fin, con 29 años, pudo debutar en el fútbol profesional en Segunda División con el Albacete. Pero, como en otras veces durante su carrera, la suerte le fue esquiva y su experiencia en el conjunto manchego apenas duró unos meses de los que poco pudo sacar a nivel profesional. En el pasado mercado invernal el Córdoba se cruzó en su camino y Quim no dudó en embarcarse en un reto que consideró "muy bonito" a la par que "complicado". Poco a poco, tras superar una lesión que le lastró a su llegada, el centrocampista ha ido ganándose la confianza de Sandoval, cogiendo minutos de importancia en el equipo y aportando con su visión de juego y su calidad técnica. Ante el Almería, Araujo anotó su primer tanto como blanquiverde y confirmó una victoria que deja al Córdoba muy cerca del ansiado objetivo de la salvación.

-Ha sido el hombre de la semana, vaya carrera y vaya gol al Almería. ¿Cómo lo recuerda?

-Lo recuerdo un poco borroso todavía. En el momento se me hizo eterno, pero cuando pasó, me pareció un segundo. Recuerdo correr y sólo ver portería, el portero, y correr intentando pensar qué hacer. Me centré en terminar bien la jugada y fue más el instinto lo que me hizo definir así porque no te da apenas tiempo a pensar. Luego todo fue un éxtasis, cuando ves que el balón va entrando, escuchar rugir a la grada es espectacular. Necesitaba una alegría así, me va muy bien después de un año irregular.

-Demostró en esa jugada que sin ser el más rápido se puede ganar un duelo en carrera.

-El fútbol es para listos y si por algo me caracterizo es porque sé leer bien los partidos y conozco muy bien mis virtudes y mis defectos. Yo no soy un jugador muy rápido pero intento usar la cabeza para jugar, correr lo que puedo y sacrificarme, pero sobre todo intentar ser más listo que el rival. Tengo otras armas y sé usarlas.

-Le costó arrancar pero está en el mejor momento del curso.

-Sí, porque al fin y al cabo en Albacete no tuve ni siquiera la oportunidad de jugar dos partidos seguidos y demostrar si era válido o no. Tuve un momento, con el gol de la primera victoria en casa, que parecía que iba a tener confianza, pero hubo cambio de entrenador y fue justo lo contrario. Además al llegar aquí tuve la mala suerte de lesionarme y cuando me recuperé el equipo lo estaba ganando todo y era más difícil entrar. No he tenido la participación que me habría gustado pero ahora sí la estoy teniendo, he podido marcar un gol, pero sobre todo ayudar al equipo para conseguir el objetivo.

-¿Qué pensó cuando no salían las cosas en Albacete? Con lo que le ha costado llegar a la Segunda División...

-La parte positiva es que, como he tardado tanto en llegar, tengo más experiencia y valoro las cosas de manera diferente. He sabido tener esa paciencia. Yo estaba ansioso por tener mi oportunidad, pero en Albacete no contaba para Enrique Martín y es algo aceptable, pero he tenido la paciencia necesaria. Me ha costado muchísimo llegar y ahora me siento un afortunado.

-Córdoba fue la apuesta, una opción arriesgada.

-Era un reto muy bonito porque la situación del equipo era complicada pero yo venía de no jugar y se me abría una puerta para intentar ayudar al equipo y para demostrar que puedo ser jugador de la categoría. Vine con toda la ilusión del mundo para conseguir un reto bonito y el camino está siendo el que yo esperaba.

-¿Por qué le ha costado a Quim Araujo más que a otros llegar al primer nivel?

-El fútbol también son momentos. Yo he estado en equipos en los que he sido muy importante, casi siempre he jugado mucho pero al final en Segunda B son 80 equipos y todos los jugadores quieren dar el salto. Tienes que estar en el momento oportuno, que alguien se fije en ti y yo hasta que no hice un play off con el Valencia Mestalla no tuve todos los ojos centrados en mí. Si no destacas desde muy jovencito o tienes un año muy bueno es complicado. Necesitas que alguien apueste por ti y eso es lo que a mí me ha pasado. También necesitas la confianza de un entrenador, es básico. Hay muchos jugadores en Segunda B que podrían jugar en Segunda, pero necesitas ese entrenador que te haga liberarte y demostrar lo que vales. A mí me pasó con Curro Torres en Valencia. Cuando confían en ti es más fácil que las cosas salgan bien.

-Por ese duro camino que ha tenido que recorrer, estará disfrutando ahora como pocos.

-Me siento muy afortunado de vivir esto. Debuté en Segunda División con 29 años y después de la carrera que he tenido... con 22 estaba en la Primera Catalana, de ahí subí a Tercera y luego a Segunda B. He ido paso a paso, trabajando, jugando en todo tipo de campos y cobrando 500 euros al mes. He sido un jugador que se ha movido siempre ahí y, con lo que he pasado, cuando te llega esta oportunidad, lo valoras de una manera diferente. Ahora estoy viviendo cosas que hace dos años ni me imaginaba que iba a vivir en esto del fútbol. Cuando cumples 26 ó 27 años y no has dado aún el salto te sientes más jugador de Segunda B que de otra categoría. Pero yo siempre me he fijado mucho en Manu Lanzarote, que debutó en Primera con 29 ó 30 años. Para mí es un ejemplo de que siempre te puede llegar la oportunidad. Esto hay que disfrutarlo porque un año bueno te manda hacia arriba pero uno malo te puede echar para abajo.

-Y jugar en El Arcángel, lleno como en los últimos partidos, es un plus más a ese disfrute.

-Es espectacular, yo no tengo palabras para definir lo que estamos viviendo con la afición, con el estadio lleno y apretando al rival. Ese ambiente a uno le produce una dosis extra de motivación. Todo se resume en el momento del gol al Almería, cuando acaba esa jugada es un momento de felicidad máxima, idílico. Y la verdad es que lo estoy disfrutando.

-Al equipo se le ve ahora capaz de todo. ¿Cómo lo ven desde dentro del vestuario?

-Creíamos cuando estábamos a 14 puntos, así que imagínate ahora. Hemos hecho un camino dificilísimo, tenemos muchas ganas de conseguir el objetivo y sabemos que puede pasar de todo pero confiamos en que podemos lograrlo, porque el equipo ha demostrado que es capaz de lo mejor. El fútbol son momentos y ahora es el nuestro.

-Usted conoce bien al Reus, ¿cree que será fácil ganar allí?

-En Reus he jugado tanto en Tercera, como en Segunda B y ahora en Segunda. Es un campo que seguramente estará lleno porque no es excesivamente grande y la gente suele ir a ver a su equipo. Han hecho muy buen año y al ser el último partido en casa seguramente tengan un buen ambiente. El de Reus es un campo para jugar con mucha intensidad, porque ellos son rocosos y aunque estén salvados van a competir. El partido no está ganado, pero se tiene que notar que nosotros nos jugamos la vida y que ellos están salvados. Necesitamos ese plus de intensidad porque ellos van a competir, son profesionales y saldrán a hacer un buen partido.

-Cuando un equipo se juega más que el otro, suele notarse en el campo.

-Esa tiene que ser la diferencia. Aunque es un arma de doble filo porque sin presión te puede salir el día perfecto y nuestras ganas se pueden convertir en imprecisiones o precipitaciones. Eso es lo que hay que evitar y si lo conseguimos será la clave para ganar, porque ellos encajan poco, tienen el balón y tienen una buena afición.

-¿Conocía esa rivalidad acérrima entre Reus y Tarragona? ¿Les puede venir bien para encontrar menos resistencia allí?

-Son ciudades vecinas y conozco la rivalidad, siempre la ha habido. Es algo así como un Barça-Espanyol. Pero una cosa es lo que quiera el aficionado y otra cosa son los jugadores sobre el campo. Esos pensamientos de rivalidad siempre están en los aficionados pero en el campo no se va a notar.

-¿Prefiere jugar, como esta semana, a la misma hora que los rivales? ¿Influye saber qué han hecho los demás?

-Siempre influye saber antes de tu partido el resultado de los rivales. Aunque no te condicione mucho porque tú tienes que ganar, te puede generar esa obligación de ganar. Y el jugar todos a la misma hora te permite estar centrado en tu partido y mirar luego los resultados de los rivales. Es algo que obviamente se tiene en cuenta.

-Si ganan en Reus saldrán del descenso después de 31 semanas metidos. Es el momento clave de la temporada.

-Es importante, muchas veces pasa que un equipo sale a mitad de temporada del descenso y luego puedes volver a caer. Ahora si sales ya es difícil caer otra vez y es el momento perfecto para salir del descenso, dar un paso al frente y que ya no nos puedan volver a meter.

-¿Tiene sus propias cuentas? ¿Cree que con cuatro puntos bastará para la salvación?

-Lo que es seguro es que si ganas los dos partidos, te salvas. Pero primero hay que ganar en Reus y ver cómo queda la cosa. Lo mejor es ir a ganar los dos y no hacer más cuentas porque puede pasar de todo. Luego al final con cuatro te pueden valer, o sólo con tres, pero lo mejor es hacer nuestro trabajo y no mirar a los demás.

-Ahora que ha cogido el ritmo, no querrá parar. ¿Se ve con opciones de ser titular en Reus?

-Es tarea del entrenador decidir qué tipo de jugador, por sus características, es mejor para ir a ganar a Reus. Pero todos estamos preparados para aportar. Yo sé que no tengo el ritmo de haber jugado todo el año partidos y a lo mejor el míster necesita otra cosa. Pero lo importante ahora es sumar y que es equipo gane como sea. Tenemos que estar unidos y ser una familia.

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