Córdoba CF

La cantinela del trabajo, el mensaje del vestuario

  • El discurso permanece invariable desde la caseta pese a que las jornadas pasan y no hay reacción

Edu Ramos conduce el balón con José Campaña esperando para frenarlo.

Edu Ramos conduce el balón con José Campaña esperando para frenarlo. / lof

Al escuchar los mensajes que con cuentagotas -los jugadores sólo se expresan ante la prensa tras los partidos y por imperativo de la LFP- salen del vestuario del Córdoba, la sensación de zozobra crece. Porque el contenido de esas intervenciones se repite de manera cansina, con una "confianza" vacía de contenido. Los futbolistas siguen apelando al trabajo como remedio para todos los males que tras 26 semanas de entrenamientos aún no se han solventado. La confianza en el técnico, Luis Carrión, también permanece intacta, o eso al menos aseguran de puertas hacia fuera, a pesar de que semana a semana el equipo cava más honda su fosa.

Tras la derrota ante el Levante, fue uno de los veteranos como Héctor Rodas el primero en dar la cara. El valenciano volvió a la que es su casa y se mostró orgulloso por ello. "Antes del partido piensas en que has pasado aquí toda la vida. Que un estadio entero te ovacione es bonito pero me voy cabreado porque veníamos a ganar, a conseguir los tres puntos en el campo del líder", recordó Rodas, que defendió que "el equipo dio la cara, sobre todo en la primera parte y es una pena porque nos vamos con cero puntos". El veterano central recordó que "estamos hablando del líder, que tiene mucha pegada, no nos han creado muchas ocasiones pero es un equipo que tiene jugadores de Primera que marcan la diferencia", algo que visto lo visto le falta al Córdoba.

El defensa respaldó el cambio de sistema, escudándose en que Carrión "estudia al rival y creyó que esta era lo mejor. Estamos a muerte con él, es muy trabajador, se fija mucho en el rival a la hora de jugar y el equipo en la primera parte ha tenido posesión y ocasiones más que ellos". Y es que pese a que los resultados no llegan, Rodas se muestra tranquilo porque "me pesaría más si viera que el equipo no da la cara, no tiene alma o no genera ocasiones. Pero jugando así, confío en mis compañeros y en el míster y lo vamos a sacar".

Como era de esperar, en la misma línea se expresó Edu Ramos, que reconoció que los blanquiverdes salían "jodidos" de tierras levantinas, "porque a nadie le gustar perder". El malagueño dio su versión del partido: "En la primera parte hemos estado muy bien y a pesar de ir por detrás en el marcador hemos conseguido el empate. En la segunda nos vinimos un poco atrás y es complicado ante un rival así, porque te crean ocasiones y se han vuelto a adelantar" y resaltó que "el equipo ha creído y ha tenido ocasiones".

Sobre su vuelta al equipo, Ramos apuntó que se le hicieron "eternas, porque a nadie le gusta estar fuera" y se vio "bien, un poco cansado al final porque cuesta volver tras dos semanas, pero contento por la confianza del míster". De manera mecánica volvió a repetir ese mantra de la "unión" que se ha instalado en el club, aunque luego se trabaje poco por ella, aunque terminó reconociendo que "salimos todos los partidos con ganas de ganar, no es así, y es verdad que cada vez queda menos". Pese a todo, cree en la capacidad de su equipo y aseguró que están "trabajando para conseguir esa victoria que tanto nos hace falta". Por desgracia, son muchas más que una las victorias que harán falta para que el Córdoba alcance la permanencia y la temporada no acabe siendo un drama.

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