Markovic, Fernández, Pinillos, Noblejas y Javi Lara cambiaron la elástica blanquiverde por un delantal. La tarea no era preparar una buena jugada que acabase en gol si no el reto era más grande. El quintero cordobesista se puso manos a la obra y mortero en mano para hacer un buen salmorejo cordobés. Todos le pusieron su empeño, incluido un Sasa que estaba más centrado en la tarea en que si fuese a tirar un penalti en el último minuto. Eso sí, el serbio también sacó su gracia en una tarde en la que se olvidó durante un rato el mal momento del equipo en la clasificación.

Aconsejados por los chefs Juanjo Ruiz y Matías Vega, los jugadores del Córdoba estuvieron concentrados en hacer el mejor salmorejo posible. Con los ingredientes necesarios siempre a mano y ante la atenta mirada de la prensa y de muchos curiosos que no se quisieron perder a los cocineros, los cocinillas pusieron su granito de arena y quisieron mostrar sus cualidades culinarias. Con buen manejo de los utensilio de la cocina, el quintero cordobesista no dudó en machacar bien en el mortero todos los ingredientes. El producto final, mejor dejarlo para los profesionales de la cocina. Ahora hay que hacerlo todo igual de bien el domingo ante el Tenerife. Una victoria calmaría la situación y refrescaría a una afición con ganas de que su equipo cambie la situación. Toca remangarse bien ante los insulares y poner toda la carne en el asador como ayer hicieron con el salmorejo.