A falta de seis jornadas para la conclusión de la temporada, el Córdoba se mantiene fuera de la zona de descenso con una mínima renta de un punto sobre el Nàstic tras la derrota de los tarraconenses en el derbi con el Reus (0-1). Sin ser el peor escenario posible, está claro que la situación se aproxima a dramática después del tropiezo en casa ante el Mirandés. Esos dos puntos perdidos ante el colista que entraban en todas las cuentas tendrá que recuperarlos ahora el conjunto blanquiverde para llegar a la barrera de los 50 que, en condiciones normales, deben garantizar la permanencia. Pero, ¿dónde? El calendario dibuja las salidas a Getafe, Cádiz y Vallecas, y las visitas del Reus, el Oviedo y el Girona, que volverá a ser partícipe del epílogo del curso, con el deseo de que las sensaciones finales sean más positivas que el pasado año. En conclusión, cuatro aspirantes al ascenso a la máxima categoría y dos rivales directos, seis equipos que aún tienen mucho que decir en esta liga, lo que viendo el rendimiento actual del cuadro de Luis Carrión no es precisamente la mejor noticia.

Ni siquiera el paso de las horas ha servido para borrar la desazón que dejó el empate del Mirandés en el último segundo. El gol de Urko Vera robó dos puntos que el Córdoba tenía ya en su zurrón y reventó una calculadora que hasta ahora funcionaba medianamente bien pese a contar apenas con los réditos de El Arcángel, porque fuera de casa... Ese punto supo a poco por cómo se fraguó, pero sobre todo por la condición del rival, un colista prácticamente descendido que por juego y ocasiones mereció de sobra tal premio, nublando aún más las sensaciones ya de por sí pobres que viene transmitiendo el equipo cordobesista desde hace muchísimos meses.

Getafe, Cádiz y Rayo, a domicilio, y Reus, Oviedo y Girona, en casa, es el calendario

Y eso es precisamente lo peor. Porque con seis partidos y 18 puntos todavía en juego, el Córdoba necesita sumar al menos 8, quizás uno más, para amarrar la salvación sin tener que estar más pendiente de la cuenta de lo que hagan el resto de implicados en la pelea. Las cuentas son sencillas: dos victorias y dos empates, o tres triunfos. Ni siquiera sobre el guión parece fácil, más aún echando un vistazo al calendario, que continúa el próximo domingo en el Coliseum Alfonso Pérez de Getafe ante el actual tercer clasificado. Las siguientes salidas llevarán a los blanquiverdes hasta los feudos de un Cádiz que es cuarto y, ya para empezar junio, un Rayo Vallecano que pese a su reacción apenas tiene un par de puntos de colchón sobre el descenso. A eso hay que sumar que por El Arcángel deben pasar, por este orden, otro rival directo como el Reus, que tomó ayer cuatro puntos de ventaja al ganar al Nàstic, y dos nuevos aspirantes al ascenso como un Oviedo hoy a dos pasos del play off y un Girona que es segundo y podría llegar ya ascendido a la última jornada.

Está claro que la situación, con los restos del pasado más reciente y los destellos de lo que está por venir, no es la idónea. Pero tampoco los implicados en la misma pelea tienen un panorama mucho más alentador. Ese es el principal motivo para el optimismo en un CCF que sólo tiene un objetivo: encontrar que haya cuatro equipos peores de aquí a final de trayecto.