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El asidero de la unión

  • Alejandro González apela a la mentalidad de grupo durante la comida de navidad del cuadro blanquiverde

  • El presidente cordobesista evita pronunciarse sobre la oposición de la hinchada

Alejandro González, en el centro de la imagen, junto a algunos futbolistas del Córdoba en la comida navideña de ayer.

Alejandro González, en el centro de la imagen, junto a algunos futbolistas del Córdoba en la comida navideña de ayer. / reportaje gráfico: juan ayala

El Córdoba celebró ayer el tradicional almuerzo de Navidad, en un acto que contó con la presencia de los jugadores de la primera y la segunda plantillas del club, además de sus respectivos cuerpos técnicos, así como representantes institucionales de la ciudad, patrocinadores y miembros de los medios de comunicación que cubren la actualidad diaria de la entidad. El gran ausente en el almuerzo navideño cordobesista fue el propietario de la entidad, Carlos González, que dejó todo el protagonismo a su hijo, el presidente del CCF, Alejandro González. El menor de los González dirigió unas palabras de aliento a la primera plantilla y volvió a señalar la "unión" como el camino a seguir. Eso sí, el presidente blanquiverde no se salió del discurso preparado, esquivó la agitación social que se produjo el domingo en el estadio y, como viene siendo costumbre en sus comparecencias públicas, no aceptó preguntas de los periodistas presentes en las dependencias de El Arcángel.

La plantilla al completo del primer equipo, junto al cuerpo técnico encabezado por Jorge Romero, estuvo presente en el almuerzo. Las caras, lógicamente, no eran las más alegres entre los jugadores, que se marcharon rápidamente tras finalizar la comida, pues desde ese momento y hasta mañana cuando vuelvan a los entrenamientos disfrutarán de su jornada de descanso semanal. Ellos, los futbolistas del primer plantel, fueron los principales protagonistas del mensaje que leyó Alejandro González ante los presentes. El presidente mostró su "más sincero agradecimiento por la pertenencia a esta familia" a los asistentes al almuerzo y centró su mensaje en la delicada situación que atraviesa el primer equipo, colista y a seis puntos de la salvación. "Es un día de convivencia, fraternidad y unión", enfatizó González, que señaló a esta última como "la mayor fortaleza que, junto al trabajo diario, tenemos para levantarnos y salvar los obstáculos que la vida pone en nuestro camino".

El presidente blanquiverde incluso parafraseó a Henry Ford, el célebre empresario norteamericano que levantó un imperio automovilístico, para apuntar que "llegar juntos es el principio, mantenerse juntos es el progreso y trabajar juntos es el éxito". Esa unión, la de la plantilla y el cuerpo técnico con los demás empleados del club -a los que agradeció su trabajo asegurando que ellos son el Córdoba Club de Fútbol- y con la directiva es a la que quiso hacer mención Alejandro González, pues en su discurso no hubo lugar para una afición que hace tiempo que, de manera mayoritaria, se viene mostrando contraria a su gestión y al rumbo que está tomando la entidad en los últimos años.

Pese a que el puesto en el fútbol profesional del Córdoba corre serio peligro a estas alturas de la temporada, Alejandro González lanzó un mensaje optimista y aseguró que no le cabe ninguna duda de que "pronto conseguiremos la victoria, esa que por la caprichosa fortuna se nos está resistiendo pero que muy pronto será realidad", por lo que quiso mostrar públicamente su "ánimo" e invitó a los futbolistas a "seguir trabajando duro, porque no hay otro camino", antes de recordarles también que "estamos con vosotros".

Con todo, más que las presencias en el almuerzo, fueron significativas las ausencias. Por un lado, se echaron en falta representantes del gobierno municipal en el acto, al que sí asistieron algunos representantes del Partido Popular como Salvador Fuentes y José María Bellido, además del subdelegado del gobierno en Córdoba, Juan José Primo Jurado, y el comisario de la Policía Nacional, Jesús Gómez Palacios. Ni siquiera el primer teniente de alcalde, Pedro García, presente en otros años en dicho acto, asistió en esta ocasión.

Pero la ausencia más significativa fue la del propietario del club, Carlos González, justo ahora que los rumores de venta de la entidad cordobesista vuelven a sonar con fuerza, alimentados también por la delicada situación que atraviesa el equipo. El que hasta hace unos meses fuera además presidente de la entidad faltó por primera vez a la comida navideña desde que posee el paquete mayoritario de las acciones de la entidad.

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