El Cádiz, que regresó esta temporada a la categoría de plata después de seis campañas en Segunda B, continúa creyendo en el sueño de regresar a Primera, categoría en la que jugó por última vez en el curso 09-10. El conjunto gaditano inició el campeonato con el objetivo de la permanencia, pero ha ido de menos a más y, con la salvación ya asegurada hace algunas jornadas, no quiere salir de los puestos de play off en los que se instaló en la jornada 17, tras salir de una zona de descenso que ocupó en las primeras fechas.

El submarino amarillo renovó su confianza en el técnico del ascenso, Álvaro Cervera, y configuró una plantilla que en el mercado de invierno retocó con la llegada de Iván Malón, Jesús Imaz y Aketxe.

sin balón

Cervera es consciente de lo que se está jugando y mantiene un sello característico que parte de un sistema defensivo férreo y rápidas salidas al ataque aprovechando la velocidad de sus jugadores de banda. Parte de un 4-2-3-1 que, en caso de necesidad, transforma en un 4-1-4-1 e incluso lo hace de forma más arriesgada en un 3-5-2, como dispuso al final del duelo ante el Zaragoza. Cifuentes se ha convertido en el titular indiscutible en la portería. Por delante, una línea de cuatro que en las últimas jornadas se ha visto retocada por la lesión de Carpio, que es duda para medirse al CCF. Si no llega, el técnico volverá a confiar en Iván Malón para ocupar el lateral derecho. En la izquierda, en las últimas jornadas ha jugado Luis Ruiz, aunque Brian Oliván puede ser otra opción. Todos ellos ofrecen gran seguridad defensiva, pero son diferentes en el aspecto ofensivo. Mientras Carpio no sube con asiduidad, Iván Malón, Luis Ruiz y Oliván tratan de desdoblarse continuamente por la banda y llegan arriba con peligro y velocidad.

Por el centro, Aridane y Sankaré, también duda, están formando una pareja muy fiable, buenos en el juego aéreo, contundentes y con aseada salida de balón. Si Sankaré no llegara por sus molestias físicas, Servando es la alternativa.

con balón

En la medular, Cervera coloca un doble pivote en el que, al igual que le ocurrió en El Arcángel, sufrirá la baja de José Mari. Todo apunta a que junto a Garrido formará Abdullah, aunque podría optar por dar de nuevo minutos al excordobesista Eddy Silvestre. El técnico exige trabajo, sacrificio y presión insistente para robar en zona avanzada del medio campo. Garrido es un jugador de contención que dota de equilibrio al equipo, mientras que Abdullah y Eddy tienen mayor vocación ofensiva y se encargan de distribuir el juego. En ese aspecto, la figura de Aketxe por el centro es vital, pues es un jugador que se incrusta en la medular para ayudar en tareas defensivas y cuando tiene el balón lo lanza con precisión a Ortuño o a los jugadores de banda.

El Cádiz trata de montar rápidos contragolpes, aprovechando que tiene dos balas en los costados, Salvi y Álvaro García, contando además con los desdoblamientos de los laterales y un relevo como Aitor García, auténtico revulsivo en caso de necesidad. La profundidad, velocidad y desborde en las bandas trata de aprovecharlas Ortuño, jugador que cae bien a los costados, con una gran colocación y un excelente remate.

lo mejor

Su dinámica positiva.

lo peor

La presión de los resultados.