Gimnàstic de tarragona | córdoba cf

Puerto clave en la escalada

  • Alentado por las tres victorias que ha encadenado y por las derrotas del Alcorcón y la Cultural Leonesa, el conjunto blanquiverde puede salir del Nou Estadi a cuatro puntos de la permanencia

La temporada del Córdoba se asemeja a la perfección a la primera experiencia de un ciclista en el Tour de Francia. La dureza de la ronda gala -como la de la Segunda División- es de sobra conocida, pero la insolencia de la juventud suele llevar a los novatos que parten con ínfulas de gallitos a desfondarse en las primeras etapas y arrastrar ese déficit en el resto de la prueba. Tras una primera parte de la temporada que se hizo inabarcable, el Córdoba parece haberle tomado ya la medida a los vaivenes de la competición y las tres victorias consecutivas le han permitido volver a pegarse al pelotón de cola, aunque todavía se antoja necesario un nuevo esfuerzo, por mucho que las piernas pesen conforme avanza el exigente calendario.

Después de recibir un serio escarmiento muy pronto y ver peligrar incluso la categoría, el Córdoba se ha ganado a pulso una segunda oportunidad y el duelo de hoy en Tarragona puede terminar de enganchar a los de José Ramón Sandoval a la pelea por la permanencia. Sin atender a los demás equipos implicados en la pugna por abajo, el duelo ya es de sobra importante, porque el Córdoba se mide a un Nàstic que aunque suma ocho puntos más que los blanquiverdes no las tiene todas consigo, pues la barrera del descenso sigue a sólo cuatro. El conjunto grana es además una escuadra atípica, capaz de sumar hasta 25 puntos lejos de su feudo -es el mejor visitante de la categoría- y de perder ese estupendo bagaje ante su público, donde es el segundo peor equipo de Segunda.

El escenario, por tanto, parece propicio para un Córdoba que ha ido recobrando confianza a medida que han llegado las victorias y que en el Nou Estadi de Tarragona quiere confirmar que es un equipo nuevo, más fuerte y fiable ante cualquier rival, pero sobre todo ante los de su liga. El conjunto blanquiverde tendrá además el aliciente de ver menguada considerablemente su desventaja con la zona de permanencia, pues las derrotas del Alcorcón y la Cultural Leonesa de ayer pueden dejarlo a cuatro puntos de los alfareros y sólo a un punto de los leoneses, próxima víctima a rebasar en la particular escalada que está protagonizando el conjunto de José Ramón Sandoval.

Para intentar el asalto del feudo tarraconense, el técnico blanquiverde introducirá variantes en su equipo inicial, pese a los buenos resultados cosechados en las tres últimas jornadas. La lesión de Loureiro, que viajó pero no está en plenitud de condiciones, puede dar paso al recuperado Fernández, mientras que Reyes se postula como titular en el puesto de enganche. El sevillano ha sido clave partiendo desde el banquillo en los dos últimos encuentros y pide paso ya en el equipo titular como catalizador del juego ofensivo de un Córdoba que ha aprendido a pegar sin bajar la guardia en defensa.

El choque, por lo tanto, es una final para el conjunto cordobesista, apelativo que ya se le puede aplicar a todos los encuentros de aquí a final de temporada, si bien los pinchazos de los rivales más directos pueden convertir un punto en Tarragona en un buen resultado al que dar continuidad la próxima semana en casa, donde el conjunto cordobesista ha recobrado bríos y parece fortalecido.

Pero este nuevo Córdoba es ambicioso y ya no teme a partidos de este pelaje, que ahora se ven más como una oportunidad que como un marrón. Una victoria en Tarragona dibujaría un panorama inmejorable, con cuatro puntos de desventaja y 11 partidos aún por disputar, pero ni los números del Nàstic ante su público ni la racha triunfal deben nublar a un equipo que de momento ha aguantado a rueda de sus rivales más directos pero que todavía tiene que demarrar camino de la permanencia. De lo que pase hoy en el Nou Estadi puede depender en gran medida que las 11 jornadas posteriores se vean como un falso llano o como la mayor de las cumbres. Por todo ello, Tarragona se presenta como un puerto clave en la escalada de los de Sandoval.

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