Un año más, la Segunda División se presenta como una competición igualada al máxima, en la que más de la mitad de los 22 equipos en liza parten con el objetivo -más bien el anhelo- de pelear por el ascenso. Eso sí, el potencial económico de los tres descendidos (Sporting de Gijón, Granada y Osasuna) puede marcar diferencias. Además de esos tres conjuntos, un amplio ramillete de aspirantes se sitúa en un segundo pelotón, con históricos como el Valladolid, el Zaragoza, el Cádiz, el Tenerife o el Oviedo, además de otros aspirantes como el remozado Huesca o el Almería, que aspira a retomar el vuelo tras dos años de penurias.
Oltra capitanea el ambicioso proyecto del Granada, que ha incorporado a jugadores diferenciales en la categoría como Javi Varas, Montoro, Raúl Baena, Espinosa o Joselu. Igualmente ambicioso es el proyecto de Osasuna, que ha puesto al frente al joven técnico Diego Martínez, al que le han puesto a mano jugadores del nivel de Xisco, David Rodríguez, Aridane o Lucas Torró. En Gijón también se ven de vuelta rápidamente en la categoría, gracias a las incorporaciones de hombres como Scepovic, Michael Santos o Bergantiños, más la buena base que ya traía del año pasado.
En un segundo pelotón aparecen históricos como el Valladolid o el Zaragoza, con proyectos remozados, los pujantes Tenerife y Cádiz, o el Almería y el Oviedo, que quieren remontar el vuelo tras un curso decepcionante.
Pero la Segunda, como luego se demuestra durante el curso, siempre reserva sorpresas. A ser el equipo revelación aspiran los recién ascendidos Lorca y Cultural y Deportiva Leonesa. Además, hay que contar con los filiales del Barça y el Sevilla como equipos temibles por su calidad. En definitiva, la Segunda llega de nuevo con muchos aspirantes, aunque sólo tres conseguirán el premio.
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