El cierre del mercado inviernal ha dejado al Córdoba para el tramo final de la temporada con una plantilla larga, descompensada en las mismas posiciones que en la primera parte del campeonato -el eje de la defensa y el ataque- y con súper población en el lateral izquierdo y el centro del campo. De momento, Carrión tendrá que lidiar con un grupo de 25 jugadores, siempre que mantenga su apuesta por Javi Galán y Esteve en el primer equipo, que pasarán a ser 26 cuando se reincorpore Deivid tras su lesión. No era ni mucho menos su objetivo, pero es lo que ha dejado un mes de enero plagado de decisiones cuanto menos extrañas.

El balance final de tres fichajes (Javi Lara, Bíttolo y Aguza) y una baja (Borja Domínguez) con el que el club blanquiverde cerró el mercado de enero, "en la media de la categoría" según la valoración de Emilio Vega, evidencia un par de detalles a primera vista: el fiasco en la operación salida y el mantenimiento en la descompensación del plantel. Sobre lo primero, el club sólo apuntó ayer a Samu de los Reyes, aunque parece claro que otros hombres como Bergdich, sin minutos desde la llegada de Carrión, Alfaro o Markovic no tienen fácil entrar en los planes de un técnico que, además, ha perdido ahora a un Borja al que había conseguido recuperar para la causa.

Sobre lo segundo, más allá de las explicaciones que dé la dirección deportiva, las cifras no engañan. El Córdoba tiene tres porteros, ocho defensas, trece centrocampistas y dos delanteros. Deteniéndose sólo en lo numérico, en principio sólo chocaría el hecho de contar con apenas dos puntas, más aún teniendo en cuenta que el blanquiverde es el cuarto peor ataque de la competición (22 goles en 23 partidos). No sólo por eso, sino porque a pesar de la idea de Carrión de jugar con sólo un hombre arriba, esa nómina escasísima reduce las alternativas y variantes a utilizar en situaciones determinadas de los encuentros, más allá de que el sábado en Lugo la ausencia por sanción de ambos deja al equipo sin referencia alguna.

Pero hay algo más allá de los números. De los ocho zagueros en nómina, sólo hay un lateral derecho, por cuatro centrales, aunque a Deivid no se le espera hasta abril y Caro ha actuado más en el carril diestro que en eje, y tres laterales zurdos tras la llegada Bíttolo. La descompensación parece clara, pero lo es aún más mirando al centro del campo. Ahí, Carrión cuenta con dos pivotes de clara vocación defensiva, dos volantes diestros, otros dos zurdos -contando al promocionado Javi Galán, que parte por delante de Bergdich- y hasta siete mediocampistas de perfil ofensivo o medias puntas para ocupar otras dos plazas. En definitiva, un puzzle incompleto.