Una de las pocas luces que está dejando la temporada del Córdoba se encuentra en su portería y lleva el nombre de Pawel Kieszek. El portero polaco, un desconocido para la afición cordobesista cuando este verano firmó por el CCF procedente del Estoril, es ya el único jugador del plantel cordobesista que ha disputado todos los minutos en competición liguera. Y pese a que las cifras de goles encajados no son del todo satisfactorias, lo cierto es que el guardameta polaco se ha consolidado y ha conseguido acallar el debate de la portería, relegando a Razak.

A sus 32 años, Pawel ha demostrado ser un portero maduro y ha dado al Córdoba una tranquilidad que hacía tiempo que no tenía en la portería, después de que el curso pasado Razak fuera el meta titular, alternando grandes actuaciones con errores de bulto. Esas dudas provocaron que en verano Emilio Vega señalara la portería como uno de los puestos claramente a reforzar y así llegó Kieszek, un fichaje que despertó dudas en su momento por tratarse de un hombre desconocido, si bien el tiempo le ha dado la razón a la dirección deportiva blanquiverde.

Desde su llegada en verano, Pawel se hizo con la titularidad en la portería cordobesista y tanto para José Luis Oltra como para Luis Carrión su figura siempre ha sido indiscutible. El ex del Estoril ha respondido a esa confianza con grandes actuaciones y convirtiéndose en más de una victoria de su equipo en hombre trascendental.

El polaco ha jugado los 22 partidos de liga como titular, sin tener que haber sido sustituido, además de jugar en Copa ante el Cádiz y en la eliminatoria frente al Alcorcón. Sólo ante el Málaga, cuando Carrión dio la oportunidad a Razak, Kieszek supo lo que era sentarse en el banquillo cordobesista.

Pese a la sensación de que el CCF ha encontrado un portero de garantías, su cifra de goles encajados en liga alcanza ya los 30 (en 22 encuentros) después de los dos anotados por el Tenerife el pasado sábado. Unos guarismos que no hacen justicia al verdadero papel de un hombre crucial en las victorias más recientes de su equipo, ante el Reus y el Oviedo, donde demostró sobradamente su condición de arquero seguro y fiable.

Con la tranquilidad que el polaco otorga en la portería, la reconstrucción de la dañada fortaleza defensiva del equipo parece algo más factible. Pero claro, Pawel tampoco hace milagros.