Córdoba CF

Merino supera el casting

  • El club oficializa la salida de Luis Carrión y el cerco sobre el preparador gaditano se cierra, una vez que Baraja quedó descartado

  • El acuerdo final podría llegar esta misma mañana

Juan Merino, durante una rueda de prensa en su etapa como técnico del Betis.

Juan Merino, durante una rueda de prensa en su etapa como técnico del Betis. / juan carlos muñoz

Si nada se tuerce, algo que en el Córdoba es más habitual de lo que debería, Juan Merino será el técnico que sustituya a Luis Carrión en el banquillo del conjunto blanquiverde. El preparador gaditano era la alternativa a la primera opción de la propiedad y la presidencia del club, Rubén Baraja, con el que se rompieron ayer las negociaciones. Tras ese fiasco, los rectores blanquiverdes avanzaron en las conversaciones con los representantes de Merino durante la tarde-noche de ayer y a última hora el acuerdo era prácticamente definitivo, por lo que todo hace indicar que esta misma mañana se anunciará la contratación del gaditano, que podría entrenar ya por la tarde a sus nuevos jugadores.

Aunque desde el club se insiste en que la tarea de encontrar un nuevo entrenador recaía sobre la dirección de fútbol, lo cierto es que las gestiones las han llevado de manera directa Alejandro González, presidente de la entidad, y Carlos González, máximo accionista del club. Aunque los tanteos y sondeos a entrenadores fueron una constante en las últimas fechas (Tena, Abelardo, Clemente, Sandoval y unos cuantos más fueron contactados de una u otra manera y en mayor o menor grado de interés) Rubén Baraja era el hombre preferido por los González para tratar de revertir la complicada situación del equipo. Las negociaciones con Manuel García Quilón, agente del técnico pucelano, arrancaron desde primera hora del lunes, aunque las desavenencias entre ambas partes quedaron evidenciadas a primera hora de la mañana de ayer, por lo que el acuerdo resultó imposible y las negociaciones se dieron por cerradas. Y es que Baraja, que suena como candidato a cualquier banquillo que queda libre en la categoría, no veía del todo claro enrolarse en un proyecto a la deriva y con una plantilla que necesitaría de diversos retoques que ahora mismo se antojan complicados.

El entrenamiento de la mañana se pasó a la tarde a la espera de una entente definitiva

Una vez que Baraja quedó descartado, Juan Merino entró en escena como el candidato principal. El técnico gaditano mostró desde el primer contacto su predisposición a ocupar el banquillo blanquiverde y, aunque en principio no era el favorito, terminó siendo el elegido. Lo que en un primer instante había sido un sondeo para calibrar su disponibilidad se convirtió ayer en una negociación para la incorporación inmediata del que fuera entrenador del Betis y el Nàstic de Tarragona.

Desde el entorno del técnico de La Línea de la Concepción se abandonó el escepticismo inicial para reconocer que las conversaciones iban por buen camino y que seguía trabajando a última hora de ayer para alcanzar un acuerdo que, muy probablemente, fructificará esta misma mañana. En ese caso, Merino viajaría hacia Córdoba inmediatamente para firmar su contrato y empezar a trabajar, pues el equipo regresa a los entrenamientos. Esa vuelta estaba inicialmente prevista para las 10:30 en la Ciudad Deportiva, aunque el departamento de prensa del Córdoba comunicó que el entrenamiento se retrasaría hasta las 17:30. Tiempo suficiente para que el nuevo técnico se desplace hasta Córdoba y dirija ya su primera sesión de trabajo, pues el calendario apremia y el sábado el equipo viaja hacia Oviedo, donde juega el domingo.

Si como todo hace indicar el fichaje de Juan Merino termina concretándose, el Córdoba se hace con un técnico cuyo bagaje en los banquillo dista mucho de ser el de un experto. El gaditano acumula, eso sí, un brillante pasado como futbolista, después de 12 años vistiendo la camiseta del Betis y otros cinco la del Recreativo de Huelva. Esos fueron los dos clubes de un hombre que tras colgar las botas pasó por las categorías inferiores del cuadro verdiblanco y del albiazul en sus inicios en los banquillos, para después entrenar al Xerez y regresar más tarde a Heliópolis como técnico del filial del Betis. En esa etapa, Merino tuvo que asumir el cargo en el primer equipo verdiblanco dos veces.

Tras cerrar su etapa en el conjunto sevillano, el de La Línea llegó en diciembre del año pasado al Nàstic de Tarragona para tratar de sacarlo de una situación como la que ahora atraviesa el Córdoba. El cuadro tarraconense logró una ligera reacción que fue difuminándose con el paso de las semanas, hasta que tras 20 partidos y a pocas jornadas del final de la competición, la directiva del conjunto grana optó por su destitución el pasado 20 de mayo. Esa fue la última experiencia de un hombre que ahora tendrá la difícil misión en Córdoba de restituir la moral de un equipo hundido y que tras diez jornadas coquetea de manera muy peligrosa con el descenso.

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