Córdoba CF

El Mallorca, en una situación al borde del caos

  • La llegada de Sergi no ha reactivado a un equipo que acumula nueve partidos sin conocer la victoria

Héctor Yuste protege el balón en el partido del domingo ante el Zaragoza.

Héctor Yuste protege el balón en el partido del domingo ante el Zaragoza. / lfp

Tras 16 temporadas en Primera con la consecución de una Supercopa y una Copa como grandes premios, el Mallorca vive hoy una situación dramática. En su cuarto ejercicio en Segunda tras salvarse el pasado junio en la última jornada, el conjunto bermellón ocupa la penúltima plaza en la tabla, está a 6 puntos de la permanencia y tiene la obligación de ganar al menos seis partidos de los ocho que restan para soñar de nuevo con la permanencia. Todo con su tercer técnico en el banquillo y una serie abierta de nueve jornadas sin conocer el triunfo que amenaza con explotar el domingo en Son Moix, donde esperan un entradón con la promoción de tres entradas gratis por socio lanzada por el club.

El Mallorca lleva años haciendo las cosas mal. Y eso está a punto de pagarlo con un descenso a Segunda B que pondría en juego hasta la supervivencia de la entidad. A falta de apenas ocho jornadas para la conclusión del campeonato y con sólo 32 puntos en su casillero, el conjunto insular tienen ante sí un reto mayúsculo: ganar seis partidos más, los mismos que en las primeras 34 jornadas, para alcanzar la cifra mágica de los 50 que tal y como está la cosa parece que será más que suficiente para descorchar el cava por abajo.

Los socios del Mallorca pueden recoger hasta tres entradas gratis para el partido ante el CCF

Las cuentas que se hacen en Son Moix pasan por sacar adelante los cinco encuentros que le quedan como local, empezando por el primero del domingo ante el CCF, y arrancar un triunfo más en uno de sus tres desplazamientos. Para ello se aferran a un calendario que le pone por delante un par de partidos ante rivales sin nada en juego ya (Sevilla Atlético y Valladolid), otros dos ante un Elche y un Numancia que aún pueden verse en el lío por abajo, una última cita casera ante un Getafe que pelea por el play off y tres ante rivales directos como los blanquiverdes, el Almería y el Mirandés. Claro está que la situación puede ser más liviana cuando alguno vaya cerrando o perdiendo objetivos, pero...

De todas maneras, el principal problema del Mallorca es el propio Mallorca. Pensar en ganar seis partidos de ocho cuando ha ganado seis de 34 es casi utópico. Aunque el primer paso, obligado, es romper la racha de nueve jornadas sin conocer la victoria y aumentar un balance que actualmente es de 4 puntos de 27 para empezar a soñar. Es la tarea para la que el club quemó su última nave con la destitución de Javier Olaizola y el fichaje de Sergi Barjuán, si bien el catalán lejos de frenar la sangría lo que ha hecho ha sido aumentar el caos dentro del equipo.

Sus primeros dos partidos se han saldado con un empate en casa ante un rival directo como el Nàstic y la derrota por la mínima en Zaragoza del domingo. Dos citas y cero goles a favor, lo que refleja que Sergi no ha mejorado el déficit ofensivo de un equipo que pasa por ser el tercero menos certero de la categoría con 30 goles. Es más, se puede decir que lo ha empeorado porque el número de intentos ha menguado, y eso que en dos citas ha utilizado ya a 18 futbolistas. Pruebas y pruebas en busca de la fórmula mágica, que es lo único a lo que puede apelar aún un Mallorca al borde del caos.

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