Luis Oliver habló sin rodeos y dejó al descubierto la tensión que rodea al proceso de compra-venta del Córdoba. El empresario navarro, que compareció junto a Jesús León, señaló a Carlos González como el gran culpable del fracaso en la culminación de la operación y sembró muchas dudas sobre el futuro deportivo de la entidad cordobesista.

"Yo prefiero pasar directamente a las preguntas porque si hablo no se cierra la operación", espetó Oliver cuando Jesús León le cedió el turno de palabra. Toda una declaración de intenciones. Pero por mucho que lo dijo, el navarro no pudo morderse la lengua y mostró su enfado al señalar que "Lopera es un señor sencillo, normalito y estupendo comparado con éste [Carlos González]", en referencia a su experiencia en otras negociaciones de este tipo, como la que e le llevó a ser el máximo accionista del Betis.

Oliver, que será el encargado de la parte deportiva del Córdoba si la venta finalmente fructifica, lamentó la ruptura de las negociaciones porque, como él mismo aseguró, el trabajo en el mercado de fichajes estaba ya bastante adelantado. Ahora, señaló el empresario navarro, esas operaciones ya cerradas quedan en suspenso porque en el mercado de enero "el día 1 tienes unos jugadores, el 10 tienes otros, y el 30 tienes a los que no quiere nadie".

Oliver señaló el día 22 como límite para cerrar la operación, fecha en la que sigue convocada la Junta Extraordinaria de Accionistas . "Él -por González- tiene hasta el día 22, a partir de ahí se abre un nuevo horizonte civil, penal y militar", espetó cuando fue preguntado por la posibilidad de emprender acciones legales contra Carlos González.

El socio de Jesús León desveló además que el tope salarial del Córdoba estaba sobrepasado, por lo que el club no puede fichar, aunque los que iban a ser nuevos propietarios habían conseguido garantías de la LFP para desbloquear esa situación: "Habíamos puesto un aval de 2 millones y nos dejaban fichar un millón. Pero cada día que pasa las opciones de salvación se oscurecen".