La plantilla del Córdoba continuó ayer con su plan de preparación del compromiso del domingo ante el Mallorca con la primera de sus dos sesiones a puerta cerrada. En la misma, la nota positiva fue el regreso de Héctor Rodas, que completó el entrenamiento al mismo ritmo que sus compañeros, mientras que Moha Traoré se ejercitó con el filial, con el que repetirá hoy también. El club explicó luego que su ausencia nada tiene que ver con su affaire del miércoles, cuando fue expulsado por Carrión tras un rifirrafe con Javi Lara y otro posterior con Rodri, sino que la decisión de su participación con el Córdoba B estaba ya tomada de antes.

Las buenas sensaciones que dejó Rodas el miércoles sobre el césped se prolongaron ayer, cuando el valenciano se reintegró al grupo. De esta manera, tras ausentarse por precaución del partido del domingo ante el Almería, el central vuelve a estar a disposición del técnico para jugar en Palma, toda vez que sus molestias en el aductor de la pierna derecha son historia.

Con la vuelta de Héctor Rodas, la enfermería blanquiverde queda reducida a Domingo Cisma, que ya no jugará hasta 2018; Piovaccari, que continúa con su plan personalizado para superar su esguince de tobillo, y Carlos Caballero, que en la sesión de ayer se mantuvo con el recuperador Javi Poveda al margen del grupo a pesar de que ya está en la sexta semana de baja desde su lesión en el semitendinoso de la pierna derecha. Sin querer forzar, el centrocampista madrileño podría estar ya apto la próxima semana para recibir al Mirandés.

La otra ausencia destacada del entrenamiento fue Moha Traoré. El delantero maliense trabajó con su equipo, el filial, y hoy repetirá plan tras haberse ejercitado con el primer equipo durante las últimas semanas, llegando a estar el pasado domingo en el banquillo ante el Almería. El miércoles fue expulsado por Carrión tras un rifirrafe con Javi Lara, aunque lo peor fue cómo se tomó la decisión del técnico y su posterior reacción. El club explicó que esto no influyó, pero...