Cuarto en la tabla, a apenas dos puntos de los puestos de ascenso directo y tras haber perdido sólo uno de los últimos diez partidos, el Rayo Vallecano llegará el domingo a Córdoba en su momento más dulce de su etapa reciente, algo que se refuerza con la excelente comunión entre el vestuario y la afición. Todo es, en parte, fruto del buen trabajo realizado por Míchel en la dirección de un grupo al que llegó a finales de febrero con la misión de lograr la permanencia.

Uno de los fijos en los esquemas del técnico es Álex Moreno, extremo que también puede actuar de lateral y que ayer fue uno de los que trabajó en el gimnasio pese a ser jornada de descanso en un bloque que hoy volverá al trabajo pensando ya en el Córdoba. Tras la sesión, el catalán se mostró "contento" por la trayectoria del Rayo, que el sábado ganó a un rival directo como el Granada en "un partido muy igualado; tuvimos muchas ocasiones, ellos también alguna, pero al final decidimos". Fue gracias a un tanto del central cordobés Chechu Dorado en el minuto 87 que mantuvo la racha creciente del Rayo en Vallecas.

El extremo cree que una de las claves para explicar el éxito del cuadro franjirrojo en esta campaña es la buena armonía que existe en el vestuario. "La unidad y el equipo es la clave. Las victorias llegan por insistir hasta el final todos unidos. Todos somos importantes y sin eso no estaríamos donde estamos", confesó.

Ahora, el Rayo visitará a un CCF colista, algo que no conduce a la relajación de los vallecanos. "Van últimos, pero jugar allí es jodido, es complicado. Hay que ir a por los tres puntos, porque ellos saldrán a muerte y nosotros tenemos que seguir con esta racha", finalizó.