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Carrión, un cambio a peor

  • El CCF ha perdido dos puestos, reducido su ritmo de puntuación y aumentado la diferencia de goles desde la llegada del preparador catalán

  • Sólo los relevos del Mirandés y el Mallorca han sido más negativos

Luis Carrión encabeza el grupo a su llegada a la Ciudad Deportiva.

Luis Carrión encabeza el grupo a su llegada a la Ciudad Deportiva. / josé martínez

Cuando vienen mal dadas, la guillotina siempre pide cita en los banquillos. Cambiar de entrenador es la primera medida de los clubes para tratar de cortar de raíz las crisis y recuperar el paso firme en el campeonato. Sin embargo, no siempre la ecuación sale según lo previsto. De hecho, de los nueve equipos que en lo que va de temporada en Segunda División han relevado al técnico que arrancó el curso, apenas cuatro han encontrado respuesta, mientras que dos siguen prácticamente igual y tres han empeorado sustancialmente su rendimiento. En este último grupo, además del Mirandés y el Mallorca, está también el Córdoba, cuya apuesta por Luis Carrión para sustituir a José Luis Oltra, lejos de revertir la caída libre que venía experimentando el conjunto desde octubre la ha acentuado. Los blanquiverdes han perdido dos puestos en la clasificación para quedarse al borde mismo de la zona de descenso, han reducido su ritmo de puntuación y han aumentado la diferencia negativa de goles por sus acuciantes problemas para batir el marco contrario y las facilidades otorgadas al rival para perforar la propia. Unas cifras que, unidas a las malas sensaciones que viene transmitiendo el CCF en las últimas semanas, requieren de una transformación inmediata para alejar fantasmas, ya sea en forma de victorias o con una nueva decisión drástica que en ningún caso garantizaría el éxito, pues parece que las debilidades están en algún sitio más que la banda.

Cuando tras la derrota ante el Getafe (1-3) del pasado 29 de noviembre la propiedad destituyó a Oltra, nadie pensaba que la crisis iba a continuar bien entrado ya el mes de febrero. Pero así es. La llegada de Carrión, ilusionante en un principio por el buen devenir del equipo en la Copa del Rey, se ha ido encharcando con el paso de las semanas hasta conducir al Córdoba a una situación límite con el riesgo mayor ahora de no tener ya el salvavidas del mercado de invierno para buscar soluciones de emergencia, aunque visto el caso que la entidad le ha hecho en el mes pasado... La tranquilidad que se encargan de transmitir los rectores cordobesistas difiere mucho del nerviosismo que se vive ya en el entorno, pendiente de unos cambios descartados desde dentro, una postura que sólo puede encontrar sostén en forma de resultados. Y si estos no llegan ya desde el domingo ante el Huesca...

1Punto. Es la media lograda por Carrión en sus 8 partidos; la de Oltra fue de 1,18 en 16 jornadas

Porque hasta la fecha, la andadura de Carrión en el banquillo blanquiverde no está siendo nada positiva. El preparador catalán accedió al cargo tras la jornada 16, con el equipo en el puesto 16 con 19 puntos y dos de renta con la zona de descenso. Hoy, tras ocho partidos al frente, el Córdoba está situado el 18 en la tabla, a esa misma distancia del precipicio pero marcando ya el límite entre el bien y el mal. La comparativa, inevitable, con Oltra va un poco más allá y no deja precisamente en buen lugar al actual jefe del vestuario, cuya media es de 1 punto por partido, por los 1,18 que firmó el preparador valenciano. Además, a eso hay que unir que el balance goleador ha empeorado en cinco tantos, siendo ahora de -10 (22 a favor por 32 en contra) cuando a finales de noviembre era de -5 (16/21).

Estos números dejan al CCF como uno de los tres conjuntos de la categoría de plata a los que el relevo en el banquillo no le ha servido de revulsivo. Otro es el Mallorca, que también ha perdido dos posiciones en la tabla entre la salida de Fernando Vázquez (17º con 19 puntos tras 17 jornadas, con una media de 1,11 por partido) y la llegada de Javier Olaizola, que tras siete jornadas trabaja ahora con los bermellones metidos en descenso tras sumar apenas seis puntos (0,85 de media). Y luego está el caso particular del Mirandés, que ha mejorado una posición en las ocho jornadas que lleva sin Carlos Terrazas (era colista y ahora es penúltimo), aunque su desventaja con la salvación ha pasado a tres puntos en lugar de los dos que tenía en noviembre. En esto tiene mucho que ver la mano de Javier Álvarez de los Mozos, que ha mejorado el rendimiento del que era su primer entrenador y, sobre todo, ha olvidado el nefasto mes que los burgaleses vivieron con Claudio Barragán al frente.

En una situación prácticamente idéntica a la que tenían cuando optaron por cambiar de patrón se mantienen el Rayo Vallecano, donde Rubén Baraja mejora levemente la media de José Ramón Sandoval aunque el equipo sigue en la zona media-baja de la clasificación; y el Nàstic, donde la clara mejoría en cuanto a resultados con Juan Merino respecto a la etapa de Vicente Moreno no le ha bastado para abandonar el farolillo rojo de la tabla ni para recortar más que un punto la distancia con la permanencia, de la que ahora le separan cinco.

En los otros cuatro equipos que tomaron la decisión de cambiar de técnico iniciada la Liga sí están hoy en día sumamente agradecidos. Especialmente en dos de ellos, pues el aumento del rendimiento dado por el Zaragoza con Raúl Agné respecto a Luis Milla no ha servido para acercar al equipo maño a las posiciones de honor, mientras que el aún más importante de Julio Velázquez sobre Cosmin Contra en el Alcorcón mantiene a los alfareros en la segunda mitad de la clasificación con la obligación de no dejar de mirar de reojo a la zona de descenso en la que, eso sí, habitaban antes del relevo.

Donde el cambio sí ha conseguido resultados inmediatos es en el UCAM Murcia, donde Francisco Rodríguez ha multiplicado los réditos de José María Salmerón para sacar al equipo de los puestos de descenso a Segunda B. Y, especialmente, en el Getafe, donde Pepe Bordalás ha llevado al equipo hasta las posiciones de play off cuando a su llegada estaba metido en la penúltima plaza de la tabla. Esa era la transformación que se imaginó en El Arcángel cuando Oltra cogió las maletas y dejó su sitio en el vestuario a Carrión, pero nada más lejos de la realidad. Hasta ahora, ese relevo ha sido claramente a peor.

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