Aunque llevan unas semanas fuera del club, la sombra de los González sigue siendo alargada y aún eclipsa de manera triste al Córdoba. Ayer tuvo lugar en el Centro de Mediación, Arbitraje y Conciliación (CMAC) de la Junta de Andalucía el acto de conciliación entre Alejandro González y la entidad blanquiverde por la demanda que el expresidente presentó por despido improcedente. El acto, en el que el hijo de Carlos González estuvo representado por uno de sus abogados, al igual que el club, acabó sin acuerdo previo, pero propició un momento de estupor cuando el representante del ex dirigente planteó su readmisión en la entidad.

El que fuera presidente del Córdoba hasta la llegada de Jesús León denunció al club por un supuesto despido improcedente, pues además de presidente, el hijo de Carlos González desempeñaba -al menos contractualmente- funciones de coordinador de las categorías base. Cuando la denuncia saltó a la luz pública, el menor de los González se apresuró a asegurar que se trataba de un requisito legal para poder optar a prestaciones sociales, pero que no estaba reclamando ninguna cantidad al club.

El acto de conciliación con el expresidente se celebró ayer y finalizó sin concretar acuerdo

Ayer, sin embargo, las posturas no lograron un acuerdo y ahora la pelota está en manos de Alejandro González, que tiene la opción de retirar la demanda o de llevar al club a los Tribunales, opción que parece la más factible si se tiene en cuenta la actitud de la parte demandante en el día de ayer.

De manera paralela, y según informó ayer Canal Sur Radio Córdoba, el Consejo Superior de Deportes, a instancias de la Liga de Fútbol Profesional, está realizando una profunda auditoría en las cuentas del club blanquiverde, por supuestas partidas económicas que resultan sospechosas correspondientes a la época de Azaveco SL como propietaria del club, por posibles traspasos entre sociedades no autorizados.