Globos, papel y cola para la cabeza, trapos para la ropa y lana para el pelo, son los materiales que necesita un grupo de chavales de entre 7 y 9 años, para crear sus marionetas y hacer, cuando las acaben, un teatrillo con ellas. Algunos usan madera para las extremidades de sus marionetas y luego las une con hilo. Mientras que otros las realiza con hojas de palmera e hilos.

Uno de ellos, Manuel, dice que le "gusta mucho ir al colegio en vacaciones porque, sin tareas", se aburre en casa. Como él muchos son los niños que van a la escuela en verano, con una sonrisa.

Existen gran variedad de actividades. Deportivas,talleres de maquillaje, natación, baile, teatro o excursiones fuera de la escuela. "La visita al parque de bomberos fue muy divertida, porque había mucha espuma", comenta Jorge.

Alba, la reportera del centro, comenta que fueron "de clase en clase preguntándole a los compañeros de clase y grabamos un vídeo que fue muy divertido". Futbolistas, artistas, periodistas, cantantes de rap son, sin duda, algunas de las actividades que permiten a estos niños convertirse en "grandes profesionales" por unas horas.

Respecto al taller de maquillaje, son los peques los que diseñan el dibujo que más tarde ellos mismos se pintan en la cara, para luego, mediante la organización de un pase de modelos, mostrar a los demás su creación.

Estos talleres están planteados con un objetivo primordial: que los niños no se aburran y no estén todo el día viendo la televisión, sino que se interrelacionen con más pequeños y traten de despertar su lado más creativo o atlético. En el caso de los más futboleros, como Adrián, "el Beckham" del grupo, dice que le gusta mucho el fútbol y los martes porque se lo pasa "muy bien en la piscina".

En lo que a espectáculos se refiere, un grupo de chavales liderado por Jorge, se está preparando una canción al más puro estilo de los más grandes raperos. Él comenta que "nos vamos a vestir de raperos para cantarla".

Hay una gran oferta de actividades en la que de lo que se trata es de que los peques se interrelacionen entre ellos, y aprendan valores importantes como trabajar en equipo y puedan dar rienda suelta a su imaginación. Además, a ellos les encantan este tipo de actividades porque se entretienen en el aburrido verano sin los "tan criticados deberes del curso", según Manuel, y que tanto echan en falta cuando no tienen quien se los mande.

Pero hay cosas que no cambian ya sea verano, otoño, invierno o primavera. No es otra cosa que la estampida que se produce cuando el reloj marca la una del mediodía, porque suena el timbre y es hora de recoger todo el material para poderse ir para la casa. En ese momento, los más listos se escaquean rápido para no tener que recoger el material, dan por terminada la jornada del día y vuelven a casa.

Los niños, si hay algo en lo que están todos de acuerdo, es en que quieren que llegue el día siguiente para poder volver a encontrarse con sus amigos en lo que ellos llaman el "cole de verano", que, según ellos, "es mucho más divertido y entretenido"comentan un grupo de chavales de la escuela.