La Asociación de Vecinos Puente Romano informó ayer de que va a pedir a la empresa municipal de Viviendas (Vimcorsa) que estudie la posibilidad de crear algún tipo de subvención oficial para derribar y volver a construir las casas afectadas por la aparición de grietas en la barriada de Fray Albino.

Uno de los miembros del colectivo vecinal Rafael Fernández consideró que la solución ideal para evitar la aparición de nuevas fisuras en estas viviendas sería derribarlas y volver a construirlas, "pero no todo el mundo tiene la posibilidad de meterse en préstamos, teniendo en cuenta, además, que la población de la que se trata es muy mayor". No obstante, dijo que la idea es "incentivar a los vecinos a derribar su casa y hacerla nueva".

Tal y como publicó El Día el pasado viernes, un informe realizado por los representantes la asociación de vecinos Puente Romano señala que han vuelto a aparecer grietas en 26 de los inmuebles en los que ya se había realizado la reforma. Fernández aclaró, no obstante, que "no son de gravedad y no supone un peligro" y destacó que habrá que estudiar las causas de su reapertura para intentar subsanar el problema, ya que la rehabilitación "se ha hecho en condiciones". Una de las causas que baraja es en un movimiento del terreno, al tratarse de un suelo arcilloso. No obstante, Fernández apuntó que hay que buscar otro tipo de material para que no vuelva a ocurrir.

Vimcorsa ha pedido ayudas al Gobierno para construir de nuevo las casas que revisten mayor gravedad. Para el gerente de la empresa, Rafael Obrero, demolerlas y levantarlas de nuevo es el único camino para resolver la situación que sufren unos 750 edificaciones de la zona.

Según los niveles que estableció la Gerencia de Urbanismo al definir el proyecto, la mayoría de las casas en las que se han reabierto las grietas corresponden al bloque de menor gravedad, en el que figuran las viviendas que recibieron unos 4.300 euros para obras. Asimismo, en torno a una decena de estos 26 inmuebles corresponden al segundo nivel, a los que se les asignó unas subvenciones que iban de 15.000 a 18.000 euros, ya que el Ayuntamiento ha sido quien ha cargado con el total de la rehabilitación de estas viviendas.

Entre las actuaciones que se llevaron a cabo en estas casas destacan, sobre todo, el cierre de las fisuras, el arreglo de las zonas de escayola y la aplicación de una mano de pintura a los techos y paredes en los que se había intervenido. En las que tenían un mayor deterioro también se repuso la solería dañada y se incrementó el grosor de la capa de hormigón sobre la que se levantan estas construcciones. Hasta ahora se ha ejecutado la mitad de las cerca de 750 obras que hay previstas en la zona un año y medio después de iniciarse las reformas.