Fue el 14 de noviembre de 2005 cuando la consejera de Educación, Cándida Martínez, presentó en Córdoba el Plan Mejor Escuela, un proyecto que se inició en 2006 y se prolongará hasta 2010. Ese mismo día, Martínez aseguró que el colegio Guillermo Romero Fernández, ubicado en la zona de Alameda del Obispo, entraba en la primera anualidad del proyecto y que recibiría 132.000 euros para su ampliación y mejora. Pero lo cierto es que han pasado algo más de dos años y el centro sigue igual por culpa de un plan municipal de sectorización urbanística.

Según pudo saber ayer este diario, el Ayuntamiento prevé desarrollar el citado proyecto pero aún no lo ha hecho y, por eso, el Ente Público Andaluz de Infraestructuras y Servicios Educativos no puede llevar a cabo la ampliación del colegio, construido en 1990. Fuentes educativas reconocieron el problema y culparon de esta situación al Ayuntamiento y aseguraron que la Junta ya ha solicitado el terreno para poder llevar a cabo las obras.

De tal importancia y necesidad son estas obras, cuyo plazo de ejecución es de seis meses, que la Consejería de Educación casi triplicó la cuantía inicial en enero de este año hasta superar los 389.000 euros y las adjudicó a la constructora Urpaca. El incremento se debió a la inclusión de nuevos trabajos en el proyecto inicial, como la eliminación de las aulas prefabricadas que el Guillermo Romero Fernández tuvo que instalar en septiembre de 2003 para dar cabida a todo su alumnado.

El proyecto incluye la construcción de un módulo de cuatro aulas con aseos y una pequeña sala de profesores. Estos nuevos espacios se distribuirán en dos plantas en torno al patio. Otra de las actuaciones que se llevarán a cabo en el colegio será la eliminación de las barreras arquitectónicas mediante la construcción de una rampa que posibilitará acceder a la planta superior. Además, en estas dependencias se ubicarán cuatro aulas de Secundaria. La obra permitirá también la recuperación de espacios en el núcleo principal del colegio.