geografía humana

"La sociedad de Córdoba trata mejor a la ONCE que las administraciones"

  • Cree que tener una ciudad accesible no es cuestión de dinero sino de hacer las cosas bien y pensar en los discapacitados

FERNANDO Rico no nació ciego pero perdió la vista cuando apenas había cumplido los 22 años. En su despacho nos recibe explicándonos el modo de funcionamiento de un pequeño artilugio electrónico de apenas siete botones que le sirve tanto para poder escribir a ordenador como para que el extraño aparato le dicte cualquier texto que aparece en su ordenador.

-El ciego más famoso de nuestra literatura fue el primer señor del Lazarillo y era un espabilado que sabía cómo hacer dinero. ¿Lo tiene la ONCE como un héroe?

-Bueno, es ficción, es una novela de la España picaresca. No es más allá que un personaje de novela, no lo tenemos como héroe porque tampoco lo era. Nosotros, los ciegos, como el que está con discapacidad, hemos vivido siglos de marginación. Los ciegos hasta que no se creó la ONCE vivían de ser pedigüeños, de juglares, de contar las noticias que pasaban en un pueblo, tales como un crimen. Eran los cantares de ciego y a eso se dedicaban. Lo del Lazarillo era un ejemplo de aquella época y con la situación nada fácil del momento. El ser humano tiene la habilidad de ser capaz de sobrevivir con las perores situaciones y condiciones, de superarse. A veces pensamos que no tenemos esa capacidad pero la tenemos, es una cuestión mental.

-¿Sabe usted de alguien que haya escrito una historia de los ciegos españoles?

-Hay libros, incluso en 1992 la ONCE hizo un libro que eran anécdotas de ciegos. Muchas veces tienes que reírte con cosas que nos pasan. Recuerdo una vez en Madrid que salimos en busca de un taxi y el que veía un poquito era el que nos llevaba a los ciegos completos y al ver una luz verde decía ahí viene un taxi y luego exclamaba ¡qué pena lo han pillado ahí delante! Así una y otra vez hasta que dijimos vamos allí donde se para porque es que debe haber gente esperando los taxis y cuando llegamos resulta que era un semáforo. Son cosas que hay que tomarlas con normalidad, la vida no puede tomarse como un drama.

-¿Pero sí tendrán al francés Louis Braille como alguien a quien honrar?

-Braille dio la oportunidad a millones de ciegos del mundo a tener formación e incluso a poder trabajar. Permitió que los ciegos se sintieran ciudadanos porque permitió que un niño se educase, se formase e incluso trabajase. Gracias a Braille los ciegos del mundo tenemos unas opciones que antes no teníamos.

-¿Existen una organización similar a la ONCE en otros países o es un invento genuinamente español y además exclusivo?

-La ONCE, como está en España estructurada, es la única organización del mundo, no existe nada de similar potencial en el mundo rico. Ni EEUU, ni Inglaterra, ni Francia, ni Noruega, países de superior desarrollo de bienestar, tienen este potencial. Tienen sus organizaciones pero nada igual. En los años 30 en España hubo grupos de ciegos que se unieron para poder trabajar y no depender de ninguna pensión social de ningún gobierno. En España la persona ciega que quiere trabajar trabaja. No necesitas tener una carrera universitaria para trabajar y eso no lo hay en ningún lugar del mundo.

-Es decir, que la cobertura de la ONCE no es para un número determinado de ciegos sino para todos

-Para todos. En esta organización, la rehabilitación de las personas que se quedan ciegas las paga la ONCE, las ayudas económicas de personas que lo necesiten para estudio o residencia o comedor o desplazamiento para el que lo necesite o sus familias si son de pocos ingresos lo paga la ONCE. El acceso a la educación, a la cultura, al deporte sale de la ONCE. Lo único que tenemos es una concesión administrativa para los cupones pero con todo eso hacemos todo lo demás. El Estado español no pone un duro, la ONCE se autofinancia y se autogestiona.

-¿Cómo va la venta de cupones últimamente?

-Curiosamente, el año pasado fue muy duro, el primer semestre fue negro, en cambio desde enero de 2011 está mejorando la cosa de manera importante. No sé si hay más dinero en la calle.

-¿Puede ser un indicativo de que salimos de la crisis?

-Entiendo que sí porque, repito, que el año pasado fue un semestre con caídas en venta de una media de 15 puntos comparado con 2009 y estos meses de este año estamos agradablemente sorprendidos y el Sorteo del Padre ha salido muy bien.

-Tienen además un problema añadido y cada vez más amenazador como son las apuestas por internet.

-Ahí la ONCE está peleando con el Gobierno y se ha aprobado el borrador de la Ley de Juego en España que pasa ahora por el Congreso. La ONCE reclama un control sobre estos juegos de internet que recaudan millones de euros que no revierten en la sociedad española, pues no están ubicadas en España. La ONCE sí cotiza a Hacienda. Debe haber un control y que jueguen con las mismas condiciones que los demás. Ni más ni menos.

-He leído que el año pasado lograron crear 6.000 puestos de trabajo ¿Zapatero les ha pedido consejo?

-A mí no desde luego. Nosotros somos una organización que llevamos 72 años funcionando, que lo hemos pasado mal muchas veces y sabemos tomar medidas a tiempo. Cuando empezó la crisis la organización tomó medidas inmediatamente como fueron ahorrar en gestión. Hay cosas intocables, como los privilegios sociales para nuestros afiliados: rehabilitación, educación, animación sociocultural... de lo demás, hemos tenido que reducir y hemos reducido. Hemos tomado medidas drásticas. Hemos cerrado agencias que no se justificaban porque a lo mejor era en un pueblo pequeño con 20 vendedores a su cargo y con las máquinas actuales TPV que tienen nuestros vendedores ya no hace falta. Son medidas difíciles pero que tuvimos que tomar por el bien de la organización. Por otro lado, a los directivos hace dos años ya se les rebajó el sueldo una media de un 7%.

-¿Hace dos años? Entonces es evidente que el Gobierno sí debería haberle pedido consejo.

-Tenemos mucha historia. En los años 60, cuando todo el mundo entró en la Seguridad Social, el Gobierno de Franco no nos dejó entrar porque entendían que las personas ciegas no eran trabajadores. Gente que estaba en la calle vendiendo cupones, con frío... La ONCE tuvo que crear una caja de previsión para que tuviésemos la mínima atención sanitaria y que nuestros mayores se jubilasen. Eso estuvo en los años 80 a punto de arruinar a la organización, pues ya había un número de jubilados muy alto y la caja estaba sin oxígeno. Afortunadamente, fue cuando sacamos el cupón de 10 duros que fue el boom de la ONCE y entró un dinero que nos salvó. A la ONCE, en 1991, le costó 100.000 millones de pesetas que todos los que estábamos afiliados tuvieran los mismos derechos que el resto de los trabajadores españoles. Cada centro maneja un presupuesto al año; a mí, por ejemplo, me exigieron que teníamos que ahorrar de nuestro presupuesto y conseguimos ahorrar un millón de euros.

-¿Cuántos vendedores de cupones tiene la ONCE en Córdoba y qué porcentaje no son ciegos?

-Ahora mismo en Córdoba y provincia tenemos 450 agentes vendedores y el porcentaje es de 60 % afiliados ONCE y 40 % minusválidos físicos, sordos.

-¿Sabe de algún lazarillo que se haya hecho el ciego para poder trabajar en la ONCE?

-Sí, ha habido mucha gente que lo intenta, pero los oftalmólogos no son tontos. Alguna vez alguno lo hemos tenido que desafiliar porque descubrimos que iban conduciendo coches.

-¿Cómo está Córdoba en el plano de la accesibilidad para ciegos y otras personas con discapacidad?

-Está mejorando pero todavía le queda, pero como a todas las ciudades. La accesibilidad de las administraciones con las personas con discapacidad es una cosa reciente. Están haciendo cosas pero queda por hacer. Hay mucha normativa al respecto y a veces, se lo digo a los políticos, lo importante no es que esté sensibilizado el alcalde, lo importante es que lo esté el técnico que tiene que poner un semáforo o el que admite que se pongan unos veladores. Si ellos no están sensibilizados no sirve para nada, porque no es el concejal el que hace la obra, es el técnico. Cuando se pone una señal de tráfico y tropieza una persona con un bastón es porque no se ha pensado en una persona con discapacidad. Se puede hacer que el bar tenga sus veladores, pero sin que obstaculice al ciego o señora con carrito que pasa por allí. A veces creen que se cumple poniendo una rampa, pero algunas rampas están solamente en un lugar determinado y te obligan a dar la vuelta a toda la plaza para seguir tu camino y además hay rampas que son rampas de lanzamiento, que parece que hace falta un arnés para poder ir con silla de ruedas. ¿Hasta qué punto, por otro lado, lo histórico tiene que prevalecer a la accesibilidad? ¿Acaso se va a perder mucha historia si en un barrio histórico pueda haber un poco de accesibilidad? ¿Es que yo no puedo vivir en un barrio histórico?

-¿Qué habría que cambiar en esos barrios?

-Me refiero a temas de rampas. Nuestro colectivo tenemos personas que no son ciegos totales, son deficientes visuales y a veces son los más incomprendidos. Falta accesibilidad en edificios de los cascos históricos.

-Tampoco estarán contentos con los dueños de perros que no recogen los excrementos.

-Creo que eso es ya educación. Si tienes una mascota qué menos que mires por el que no la tiene y por tu ciudad. Eso no nos incumbe solamente a los ciegos, perjudica a todo el mundo.

-Pero para ustedes, aún así, el mejor amigo del hombre es el perro.

-Para nosotros es un útil, aparte de que al que le guste el perro como cualquier ciudadano. El perro como útil de movilidad es extraordinario. Tenemos una escuela de perros guías, de donde salen 130 perros adiestrados todos los años y se entregan gratis a nuestros afiliados. Adiestrar un perro guía cuesta entre 5 y 6 millones de pesetas desde que nace hasta que se entrega. La escuela de perros guía que tiene la ONCE en Madrid es una maravilla, con zona de paritorio y de ocio para los cachorritos.

-¿Cuándo se da un ciego cuenta de que los demás ven?

-Cuando pierde la vista, en mi caso, porque yo tuve vista hasta los 22 años y sé lo que es ver y sé lo que es no ver. Pero el ser humano tiene una capacidad de adaptación impresionante.

-¿Cuál es su olor favorito?

-Me gusta mucho el olor del jazmín y de la dama de noche, también el de la hierba cortada y el azahar. Los olores intensos me gustan mucho.

-Cuentan en la ONCE con un servicio de voluntariado ¿Hay mucha gente dispuesta a ayudar?

-No tenemos muchos, la verdad. No hemos sabido contactar con los posibles voluntarios o no hay tantos como pensamos. Igual el error es nuestro. Fundamentalmente, queremos los voluntarios para nuestras personas mayores, que viven solas y tiene ya dificultad para moverse con un bastón y los queremos para que le acompañen a las compras.

-Va a haber dentro de poco elecciones municipales, ¿qué le pide al alcalde que salga electo?

-Hemos preparado en la ONCE un documento que se lo queremos entregar a todos los candidatos y que son lo que demandamos a nivel de accesibilidad. Fundamentalmente pedimos que sigan peleando por la accesibilidad. Tuvimos hace unos días la noticia de que por fin se presentaron los autobuses con adaptación sonora en las paradas, una demanda que teníamos, eso da una gran autonomía a las personas ciegas que se mueven por Córdoba. Creo que quedan cosas por hacer que no son caras. Hacer una ciudad accesible no es una cuestión de dinero, es cuestión de hacer las cosas bien y pensar en las personas con discapacidad. Hay una discapacidad permanente pero también hay una discapacidad ocasional de la que no se libra nadie. Cualquiera se rompe una pierna y tiene que ir en silla de ruedas y se convierte en discapacitado ocasional y se da cuenta de lo difícil que es desplazarse por la ciudad. Los cines son otro ejemplo de dificultad.

-¿Y tiene algo que pedirle a los cordobeses?

-Yo no tengo mucho que pedirle, tengo mucho que agradecerle. Creo que la ONCE de Córdoba es una organización bien tratada por la sociedad de Córdoba, incluso le diría que la sociedad de Córdoba trata mejor a la ONCE que las administraciones. Creo que estamos poco reconocidos por las administraciones de Córdoba. Téngase en cuenta que somos una de las mayores empresas de la ciudad, con más de 500 trabajadores entre Córdoba y provincia, que sigue creando trabajo, que cuenta en total con 1.262 trabajadores entre la ONCE y su Fundación. A la hora de los reconocimientos, las administraciones no han reconocido a la ONCE de Córdoba como en otras ciudades sí lo hacen. Pero a la gente sí nos reconocen todos los días, somos un centro que tenemos ingresos en venta muy positivos gracias a la confianza de los cordobeses.

-¿Ven ustedes la vida con optimismo?

-Si la pregunta es a nivel personal yo sí, soy un optimista siempre. Creo que la vida nos da más de lo que nos quita, pero a veces somos las propias personas las que nos quemamos en la vida y la vida nos da mucho. Yo me quedé ciego con 22 años, que es muy duro, pero yo no echo de menos nada que hacía antes, porque me he adaptado y mi vida sigue siendo tan plena como era antes. De nada vale lamentarse que no se puede ver un cuadro, un paisaje; siempre habrá alguien que me lo explique. La vida se disfruta de otra manera, ahora disfruto imaginándome algo o tocándolo. En la vida hay que ser optimista. Hay que aprovechar lo que uno tiene. De lo que no puedas arreglar no te preocupes, preocúpate de lo que puedas arreglar.

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