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Córdoba

El saldo migratorio deja datos positivos tras cuatro años de descensos

  • Desde 2012 la provincia ha registrado un déficit poblacional si se comparan las personas que se van con las que vienen

Un grupo de personas con maletas.

Un grupo de personas con maletas. / el día

La pérdida poblacional sufrida por la provincia de Córdoba en los últimos años depende de varios factores. Uno de ellos es el hecho de que se marcha más gente de la que llega, dejando así un saldo migratorio (diferencia entre emigraciones e inmigraciones) negativo durante varios años. Parece que los últimos datos apuntan a un cambio en este sentido, si bien los mismos pertenecen al primer semestre de 2016, por lo que habría que analizarlo una vez se cierre de manera definitiva el ejercicio. Con todo ello, desde el año 2012 la provincia ha arrojado un saldo migratorio negativo con más personas que salían hacia el extranjero que las que llegaban aquí para comenzar a vivir.

Esos últimos datos pertenecientes al primer semestre de 2016, y publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), apuntan a que 712 personas salieron de Córdoba para ir hacia el extranjero; mientras que la provincia recibió a un total de 1.023, arrojando así un saldo migratorio de 311 personas. Es un saldo total bastante significativo ya que los datos que en este aspecto arroja la provincia siempre suelen ser algo bajos.

Aun así, el año anterior, 2015, sí que dejó un saldo negativo, en concreto de 50 personas, al haber salido 1.793 por las 1.743 que entraron. Fue 2012 el ejercicio donde empezó la tendencia a la baja, cuando se registró la mayor diferencia entre emigraciones e inmigraciones. Fue de 371 personas con una salida de 2.070 por una entrada de 1.699. Al año siguiente volvió a ocurrir lo mismo con un saldo negativo de 244 personas (1.709 llegadas por 1.954 partidas) y en 2014 volvió a ocurrir, en este caso con un saldo negativo de 96 personas (1.682 inmigrantes por 1.777 emigrantes).

Aunque es cierto que son cifras algo bajas, como ya se ha dicho, el hecho de que ocurra ya denota cómo la crisis afectó en este sentido. Muchos jóvenes partieron de Córdoba en busca de un trabajo y los inmigrantes que se recibían en otras épocas de bonanza dejaron de ver atractiva a una provincia y a un país en general a los que aún les quedaban varios años para poder hablar de una leve recuperación.

Si se analizan los últimos datos por lugares de origen y destino se ven algunas claves. La Unión Europea recibe a más personas que salen de Córdoba que las que emite a la provincia; por el contrario, África es un continente eminentemente emisor más que receptor. Ocurre lo mismo en Centroamérica, pero no así en Sudamérica, adonde se marcharon más personas que vivían en Córdoba que las que vinieron.

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