municipal | efectos del rechazo a las ordenanzas de 2018

¿La recta final del 'tripartito'?

  • La relación entre el cogobierno y Ganemos vive su momento más tenso y ya hay quien apunta a que el acuerdo de investidura tiene el tiempo contado

Ediles de IU y Ganemos con la bancada del PSOE vacía.

Ediles de IU y Ganemos con la bancada del PSOE vacía. / josé martínez

El rechazo al expediente de las ordenanzas fiscales que se produjo el martes en el Pleno de septiembre tiene poca repercusión en la vida de los cordobeses -las tasas e impuestos seguirán igual que los de este año- pero mucha lectura política. La situación excepcional que se vivió en Capitulares refleja que el pacto de investidura entre el cogobierno (PSOE e IU) y Ganemos no pasa por su mejor momento y que la manera de afrontar esta situación no es la misma entre los socialistas que en la federación de izquierdas. La agrupación de electores ha dicho por primera vez basta tras dos años de acuerdos que no se cumplen y el PSOE cada vez parece más contundente y decidido a abandonar esa sumisión a Ganemos. Mientras, IU intenta mantener el equilibrio entre su socio oficial y el natural, ya que la cercanía entre la federación y Ganemos es evidente. Con todo, el pacto a tres nunca ha estado tan tenso y ya hay quien apunta a que el acuerdo le queda de vida, como mucho, hasta el próximo verano.

Lo cierto es que la jugada de Ganemos no ha sentado nada bien al PSOE. Muestra de ello es la contundente respuesta que ofreció ayer la alcaldesa, Isabel Ambrosio, que del tono amable pasó a retar a la oposición a una moción de censura. Esta opción es la que mantenía cierto sector del gobierno socialista pero a lo que se resistía la regidora. Sin embargo, ya hay motivos más que suficientes para dejar de depender de Ganemos. De hecho, fue el PSOE el que rechazó que la agrupación entrara a formar parte del cogobierno cuando la asamblea lo propuso y cada vez hay más disposición a evitar que los cuatro ediles de Ganemos dirijan la gestión municipal.

La formación liderada por Rafael Blázquez no lo pone tampoco muy fácil, sobre todo cuando ayer reprochó mediante una nota que el cogobierno negociara las ordenanzas con el PP. Suena a a ataque de celos, el mismo que se vivió hace dos años con la famosa foto de la alcaldesa con Ciudadanos tras acordar igualmente los presupuestos. Ganemos sigue queriendo ser tratado como gobierno aunque decidió estar en la oposición y esa doble personalidad no la ha llevado muy bien en este tiempo. ¿Tenía esta vez motivos la formación política para posicionarse contra el gobierno? La verdad es que había perdido credibilidad en sus amenazas y quizá creyeron que era un buen momento para dar este golpe de efecto. Lo que parece es que puede que esta maniobra juegue en su contra.

Aunque nadie lo creyó cuando lo dijo la alcaldesa, ahora ha quedado más demostrado que el cogobierno puede ser otra cosa, pero no un piña. Los cambios de criterio son evidentes en cuestiones de calado y el acercamiento entre IU y Ganemos para las elecciones también pesa mucho. Todas las formaciones están en modo elecciones y esto no ha hecho más que empezar.

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