La Sal de los días

Un proyecto frustrado

  • El Palacio del Sur está muerto. A partir de ahí no hay más motos que vender y lo que toca es asumir lo ocurrido · ¿Qué ha ocurrido? Un cúmulo de despropósitos sobre el que los responsables municipales tienen aún mucho que aclarar a los ciudadanos · No es de recibo hacer como si nada hubiera pasado

DE todo lo dicho por IU desde que se conoció el fracaso del Palacio del Sur, sólo suscribo al cien por cien una afirmación del responsable de Urbanismo, Andrés Ocaña, quien ha comentado que Córdoba "merece el mejor proyecto posible". A partir de ahí, todo es una maraña y un cúmulo de despropósitos que entiendo que al ciudadano de a pie le debe tener con la boca abierta preso de un sentimiento entre la incredulidad y la indignación.

Esta misma semana, cuando se ha conocido que Ferrovial no ha logrado reunir la financiación completa para asumir la mayor parte del coste de la iniciativa, El Día ha publicado una relación de frases que han pronunciado sobre el proyecto muchos de los que han tenido que ver con la iniciativa en los últimos siete años. Por vergüenza torera, algunos debían haber dado explicaciones, cuanto menos. Pero no. No pasa nada, y lo único que escuchamos son reflexiones sobre un supuesto amor a Córdoba que profesa un arquitecto que nos va a retocar el proyecto por nuestra cara bonita. Otro que entiendo que debe estar que no se lo cree es Rem Koolhaas, ahora embarcado en grandes actuaciones en China mientras ve cómo su iniciativa pensada para Miraflores no deja de estar en la cuerda floja. Muchos olvidan que hay personas a las que, además de sus ingresos, les importa que su nombre no esté sometido a múltiples avatares externos, entre ellos políticos.

Ha faltado autocrítica, por mucho que diga la alcaldesa, Rosa Aguilar, que está dispuesta a asumir errores. Aceptar los resbalones supondría sentarse ante la ciudadanía y decir, señores, esto ha salido mal; desde hoy pasamos página y dejamos de hablar del Palacio del Sur. Frente a ello, se dice que se parte de cero y que están abiertas todas las posibilidades, incluso la de ejecutar el proyecto tal y como está. No se puede seguir confundiendo a los ciudadanos y alimentando la idea de que aquí nadie tiene la culpa de que las cosas importantes se queden en el baúl de las iniciativas nonatas.

El PSOE tiene la difícil papeleta de conciliar el compromiso que le acarrea el pacto de gobierno con IU con su perspectiva del asunto, que es más tajante y clara que la de la coalición de izquierdas. Rafael Blanco no ha dudado en decir que el Palacio del Sur es inviable, una palabra que parece producirle urticaria a más de uno, y que existían informes jurídicos que arrojaban dudas sobre la tramitación del proyecto. Apunta a que hay que romper con ataduras y afrontar la nueva etapa "con las manos limpias". Pero, claro, eso supone hacer suyo un error que en IU no se acaba de aceptar. Además, en algunos círculos socialistas se anota que este fracaso es un símbolo más del "desgobierno" que existe en el seno de la formación de Rosa Aguilar. Es más, cuando escuchan que la alcaldesa asegura que en este mandato estará culminado un nuevo centro de congresos se miran con la certeza de que quien lo dice no estará ya en el Ayuntamiento para verlo o para responder si se frusta de nuevo.

El PP, que en principio no pensaba entrar en una estrategia dura a la espera de que los propios acontecimientos dejaran en evidencia a los responsables municipales, finalmente ha optado por pedir la dimisión de la alcaldesa y de Ocaña por lo que considera una "incapacidad" en la gestión. Es una postura lógica desde muchos puntos de vista, pero el primero teniendo en cuenta que son el partido de la oposición. Lo que no es lógico es que desde IU se tache a José Antonio Nieto de demagogo por solicitar algo que está en todo su derecho.

Quien también ha entrado en harina ha sido el presidente de la Junta, Manuel Chaves, quien ha garantizado su compromiso con el Ayuntamiento para la construcción de un centro de congresos en Córdoba. Otra cosa es el capote que le ha echado a Rosa Aguilar al decir que la muerte del Palacio del Sur se debe a la iniciativa privada. Quizás sea favor por favor. Ya saben que en la campaña del pasado marzo la alcaldesa dijo que no iba a hacer una bandera de la Capitalidad para dañar al entonces candidato a la presidencia de la Comunidad, sin olvidar las múltiples ocasiones en las que la regidora ha alabado el buen hacer de Chaves con la ciudad. Con ese cordón umbilical, Blanco tiene difícil el movimiento.

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