Córdoba

El 84% de los profesores deja de impartir clases de manera voluntaria

  • A lo largo del curso escolar 2015-2016 se jubilaron 264 docentes, de los que 222 lo hicieron de forma anticipada, con menos de 65 años

Un profesor imparte clases en un instituto de la capital.

Un profesor imparte clases en un instituto de la capital. / josé martínez

A partir de 2027, según la tablas de la Seguridad Social, la edad oficial de jubilación en España será a los 67 años. Hasta entonces, de manera progresiva cada año que pase se aumentarán en varios meses más la edad mínima para poder alcanzar la jubilación; por ejemplo, durante este ejercicio se pueden jubilar aquellas personas que tengan 65 años y hayan cotizado 36 años y tres meses o más. Sin duda, una edad más que elevada para ciertas profesiones, pero que en la mayor parte de los cuerpos docentes de Córdoba no se alcanza, ni siquiera se roza. Es decir, que los profesores de colegios e institutos de la provincia deciden frenar su trayectoria profesional antes de la edad mínima establecida. Así, según los datos facilitados por la Delegación de Educación, hasta el 84% de los docentes decidieron acogerse a la jubilación anticipada el curso 2015-2016. Según los mismos datos, a lo largo de ese ejercicio se tramitaron 264 jubilaciones, de las que 222 correspondieron a profesores con 40 años de servicio o incluso más, pero con menos de 65 años.

Entre todos ellos se encuentra Teresa Romero, profesora de Primaria y especialista en Filología Inglesa. Esta maestra decidió poner punto y final a su carrera profesional en enero del año pasado. Tras pasar 41 años dando clases, la docente -que hasta el último curso estuvo en el colegio Carmen Romero de Aguilar de la Frontera-, decidió decir adiós a las aulas. Ahora, más de un año después de ponerse por última vez delante de los alumnos para enseñar, esta maestra reconoce que pudo haber continuado dando clases, pero sostiene que aunque la actividad "se puede prolongar, hay que dejar espacio y dar paso a los jóvenes". "En las aulas tiene que entrar aire fresco", anota. Eso sí, Teresa reconoce también que tomar la decisión fue algo "difícil", sobre todo, "por separarme de mis compañeros de trabajo y perder el contacto con los alumnos".

La actividad se puede prolongar, pero hay que dejar espacio y dar paso a los jóvenes"Teresa RomeroMaestra

Teresa Pérez es otra de las docentes de la provincia que no esperó a alcanzar los 65 años para decir adiós a su carrera y se jubiló en diciembre del año pasado. A los 63 años, esta maestra de Pedro Abad recuerda que al profesorado "nos ofrecen la jubilación anticipada a los 60 años y con 40 años de servicio". Docente del colegio público Antonio Machado de Pedro Abad, afirma ahora que "hubiera seguido adelante", pero sostiene que no lo hizo porque "estoy mayor y tengo problemas de ciática". Sea como fuere, ella también anota que llevar a cabo la decisión de jubilarse "fue muy difícil de tomar" y explica que "cuando eres joven ves la jubilación como algo bonito en el tiempo, pero cuando llega la ves distinta". A pesar de echar de menos su añorado trabajo en las aulas de su último centro, Teresa dice que, por lo menos, "ahora tengo tiempo para todo".

Isidro Amor ni llegó a los 60 para pedir la jubilación anticipada y a los 59 la solicitó después de 38 años de servicio; en concreto, en enero del año pasado. Docente de Secundaria -empezó a dar clases con apenas 22 años-, en toda esta andadura profesional ha impartido enseñanza en institutos de las localidades de Hinojosa del Duque, Fuente Obejuna, Aguilar de la Frontera y también en la capital cordobesa, su último destino. Al igual que Teresa Romero, este profesor sostiene que, otros motivos por los que decidió retirarse de las aulas, fue porque "había que dar entrada a generaciones mejor preparadas y nuevas". Además de esta razón, Amor alude a otra de ellas y explica que la "educación es una profesión, una vocación, que requiere mucho esfuerzo". Sin embargo, continua, "llega un momento en el que no se llega". No obstante, afirma que podía haber seguido al frente de su trabajo "sin problemas", si bien, en el instituto en el que impartía clases era "complicado". Amor también sostiene que a pesar del "esfuerzo profesional" que ejercían, tanto él como sus compañeros, "no lo veía correspondido" por parte de la Administración y "eso me dolió mucho". Una sensación que, confiesa, le hizo marcharse "con mal sabor de boca, porque la Administración no cumplió con esta generación".

Pero, ¿cuáles son las razones por las que un maestro o profesor no continúa hasta la edad límite en su trabajo? Según la responsable del área de Enseñanza de CSIF, Elena García, esta circunstancia se debe, entre otros aspectos, "a la falta de reconocimiento de la función docente". El profesor, anota, "era un referente y ahora no se pone en valor su trabajo". En esta línea, García considera que los docentes que se jubilan de manera anticipada toman la decisión "a pesar de la pérdida de poder adquisitivo" que supone para ellos. Otra de las razones a las que alude la dirigente sindical es el hecho de la "inestabilidad del sistema educativo, que trae de cabeza al personal".

Este panorama en el sector de la enseñanza refleja en gran medida que los trabajadores se jubilan de media antes de lo que estipula la ley. De hecho, según los datos oficiales del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, la edad media real de jubilación en España el año pasado fue de 64,1 años. Por sexos, son las mujeres las que permanecen más en sus trabajos y se jubilan de media a los 64,6 años, mientras que los hombres lo hacen a los 63,9 años. Según establece la Seguridad Social, los funcionarios públicos incluidos en el Régimen de Clases Pasivas pueden jubilarse voluntariamente desde que cumplan los 60 años, siempre que tengan reconocidos 30 años de servicios al Estado. En el caso de la Universidad, los profesores pueden retrasar su jubilación hasta los 70.

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