Juan Carlos Limia, adjunto a la dirección de Cultura del Ayuntamiento

"La poesía es el referente de Córdoba en el exterior"

  • Este psicólogo onubense llegó a la ciudad en mayo del 84 y ha impulsado toda una red de infraestructuras culturalesl retos pendientes La principal carencia de Córdoba en el plano cultural es un auditorio de gran capacidad, asume.

La ciudad ha cambiado "notablemente" en las últimas dos décadas. Juan Carlos Limia, un onubense de 48 años, conoce bien la transformación que ha experimentado la piel de Córdoba desde su llegada a la ciudad, en mayo de 1984, como técnico del área municipal de servicios socioculturales. "Entonces sólo teníamos el Gran Teatro y el pabellón de la Juventud, en el Sector Sur. Ahora existe toda una red de infraestructuras, aunque quizás los equipamientos culturales van con lentitud", aprecia Limia, quien ocupa el cargo de adjunto a la dirección general de Cultura del Ayuntamiento.

La recién inaugurada sala Orive, la recuperación del teatro de la Axarquía tras años de obras o la inminente apertura de la Casa del Flamenco son sólo tres de los proyectos que Limia enumera al hablar de la expansión de los equipamientos culturales de Córdoba. Aunque el gran reto pendiente sigue siendo la necesidad de un gran auditorio: "El apartado escénico sí va a quedar cubierto, y el centro C4 llenará las carencias expositivas. Pero queda el auditorio, que pretende resolverse con el palacio de congresos", asegura.

Para este técnico experto en cultura, "la poesía es el gran referente de Córdoba en el exterior". También en fotografía se ha avanzado en los últimos años: "Córdoba va bien encaminada hacia la Capitalidad Cultural, aunque quizás haya cierta ansiedad por parte de los ciudadanos y de las instituciones cuando se trata este asunto. El camino avanzado es suficiente y otras ciudades rivales aún tienen que andarlo, pero no podemos caer en la autocomplacencia", advierte. "Hay que consolidar la oferta cultural y potenciar más las producciones propias. Algunas actividades ya cumplen esos objetivos, como Cosmopoética o el Festival de la Guitarra", asegura el experto.

Culturalmente, Limia define a la sociedad cordobesa como "conservadora", poco amiga de las innovaciones en las artes y las nuevas tendencias. "Se están haciendo proyectos, pero todavía tienen cierta dificultad para penetrar en el tejido social", lamenta, tal vez por el carácter poco viajero de los cordobeses.

"Hay que viajar más", aconseja Limia parafraseando a Unamuno. De su Huelva natal, por ejemplo, los cordobeses no van más allá de las playas o de la sierra. Limia, nacido en Minas del Río Tinto, recomienda: "La propia cuenca minera merece una visita. Es un paisaje que se mueve entre la fantasmagoría y lo telúrico, con un barrio victoriano con un gran valor arquitectónico e histórico. Y la campiña de Huelva también merece un viaje, por su tradición rural y agrícola", aconseja.

La visión de Córdoba desde Huelva también es "sesgada", reconoce el experto, y en la mayoría de las ocasiones se reduce a la Mezquita-Catedral y los patios en primavera. "En Córdoba hay que conocer mucho más el casco histórico, desentrañar la Judería. El casco histórico de la Ciudad sigue siendo el gran desconocido. Y pasa lo mismo con Medina Azahara", lamenta Limia. De la provincia, "merece mucho la pena" acercarse a la Subbética, con municipios como Cabra o Priego de Córdoba.

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