Córdoba

Una persona que provoca controversia

  • El posible salto del empresario Rafael Gómez a la política municipal genera multitud de opiniones enfrentadas

El anuncio del empresario Rafael Gómez de su intención de dar el salto a la política local no ha dejado indiferente a casi nadie. Por inesperada, por rocambolesca o, simplemente, por llamativa, la noticia generó ayer todo tipo de reacciones a pie de calle, en las paradas de los autobuses, con el café de la mañana o en la cola del supermercado. Hubo opiniones de lo más variadas, aunque todas alejadas de la indiferencia, pues una personalidad como Rafael Gómez despierta hasta los ánimos más impasibles.

No hay cordobés que no sepa identificar su figura y no hacen falta sesudas encuestas para averiguar que Gómez es más conocido que muchos cabecillas de la política local. Ya sea para bien o para mal -las opiniones son de lo más variado-, Gómez es conocido en el ambiente de las peñas, en los círculos empresariales e incluso en el mundo de la prensa sensacionalista, donde se hizo un hueco sin querer a raíz de su presunta implicación en la operación Malaya.

Su apodo como Sandokán y detalles de su vida privada -como el hecho de que su residencia fue levantada a semejanza de la Casa Blanca- son de sobra conocidos entre los cordobeses, por lo que cualquier movimiento que realice trasciende aunque no busque protagonismo.

En la calle, los comentarios son ya imparables. "Habrá cometido delitos, pero no hay que olvidar que ha ayudado a muchísimos cordobeses con sus empresas y que ha trabajado mucho por la ciudad", reflexionaba ayer Concepción Vidal, una quiosquera de la calle Concepción. El más que probable salto de Gómez a la política local ocupó titulares de portada en todos los medios cordobeses: "No sé si es lo que necesitamos, pero verdaderamente la ciudad precisa de un cambio importante", apuntó la quiosquera, quien lamentó que "muchos políticos han sido como él de corruptos". Lo cierto es que, pese a las sospechas que envuelven algunos de sus actos, sobre Gómez no recae ninguna condena.

"Me parece una broma después de la que tiene organizada por la causa de Marbella o por las naves de la carretera de Palma del Río", apuntó Juan José García, vecino de un familiar del empresario y propietario de Yambuti, una bocadillería del centro. Para este cordobés, Gómez dista mucho de ser una persona ejemplar: "El mérito no es crear empleo. La valentía está en saber mantenerlo de manera honrada. No creo que sea un rival para los partidos políticos serios. Pienso que sólo quiere generar polémica", dijo.

Hay quien opina que el descontento general hacia la clase política le beneficiaría: "Las próximas elecciones estarán muy complicadas, porque no hay personas de referencia en la ciudad y los partidos no han estado a la altura", comentaba Carmen Jiménez, una ama de casa del centro. Quizás ésa sea la mejor cualidad de Gómez, la capacidad de afrontar las adversidades con optimismo.

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