Menos de dos semanas han pasado desde que los parcelistas, especialmente los de El Higuerón, cortaran el tráfico de la avenida Gran Capitán y de parte de Ronda de los Tejares para hacerse oír y pedir que llegue el agua hasta sus viviendas. Ayer, de nuevo, los vecinos de las barriadas periféricas volvieron al Centro de la ciudad en una manifestación con vehículos que tenía previsión de cortar también las avenidas de Cervantes y América pero que finalmente impidió el tráfico de nuevo en Tejares y, como novedad, en el Paseo de la Victoria.

Los vecinos volvieron un día más a lanzar sus peticiones a través de megáfonos y pancartas donde instaban a la Junta de Andalucía, y al Ayuntamiento, a aprobar las normativas necesarias para que se les dote de suministro de agua. El portavoz de estos vecinos, Rafael Salazar, explicó que este tipo de manifestación se sucede de nuevo tras no existir "ningún avance" desde que el pasado 22 de septiembre tomaran las calles para lanzar sus exigencias. Salazar informó de que no han tenido conocimiento de ningún llamamiento por parte del gobierno municipal y menos de la alcaldesa, Isabel Ambrosio, la que, según el parcelista, "está esperando a la agenda".

Por todo ello, los parcelistas insistieron en que regresarán cada 15 o 20 días a manifestarse, de la misma forma en que estarán en "todos los plenos" hasta que consigan sus objetivos. Fue precisamente en un Pleno municipal, el del pasado 16 de septiembre, cuando estos vecinos de las barriadas periféricas reventaron el encuentro con gritos sobre las citadas peticiones y se reabrió el debate sobre los suministros, con la reforma de la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía (LOUA) por parte de la Junta encima de la mesa.

Acerca de las posibles molestias que estos cortes de tráfico pudieran ocasionar a la ciudadanía, Salazar reconoció que algo así "siempre incordia" pero también pidió a los cordobeses que "se pongan en nuestro lugar" ya que "llevamos muchos años sin agua". Sobre esto reiteró el argumento que ya han usado los parcelistas en más de una ocasión y es que no entienden por qué pagando impuestos, no les llega el suministro. El portavoz de estos vecinos recordó que muchas de las viviendas se encuentran en terreno urbanizable por lo que, aseguró, en ocasiones pagan un Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) más alto que muchos cordobeses que viven dentro del casco urbano.

A pesar de las molestias que se pudieran generar, lo cierto es que la manifestación no movilizó en esta ocasión a tanta masa parcelista como otras veces y es que, a simple vista, se podía contabilizarse a unas 50 o 60 personas, cuando son 20.000 familias las que se estiman que están afectadas por esta problemática.

Por su parte, el presidente de la barriada Rosal del Rubio (entre El Higuerón y Majaneque), Francisco Durán, denunció que su situación es aún mucho más grave porque además de no tener agua, tampoco tiene luz. Esto supone, informó, que durante el verano y el invierno se vivan unas épocas muy duras al no poder disponer de aire acondicionado y calefacción. Durán denunció además que han sido numerosas las ocasiones en las que se han dirigido a la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU) para hablar con el gerente pero que aún no los han recibido. Sobre las competencias del Ayuntamiento en este caso, el parcelista recordó que desde el gobierno municipal se puede instar a la Junta para que actúe.